Box Empresarial

27/08/2020

Comercio y servicios, con tendencia creciente en el sector

COOPERATIVISMO AGROPECUARIO PARAGUAYO - Cada primer sábado de julio se recuerda el Día Internacional de la Cooperación y a nivel local el Día del Cooperativismo Agropecuario Paraguayo. Es la primera vez en varios años que, dada la pandemia del coronavirus tipo Covid-19, no hay un acto central, como lo venía organizando la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod) para la conmemoración. No obstante, el sector sigue demostrando su dinamismo, incluso en momentos difíciles y con la participación en la generación de riqueza para la economía nacional, incluso abriéndose a nuevos espacios como las tiendas propias o el supermercadismo.

En un año difícil para todo el planeta, la producción de alimentos es una de las actividades que no detuvo su marcha y esto significó a organizaciones vinculadas al sector a mantenerse en movimiento. Tal es el caso de las cooperativas de producción que en Paraguay representa un importante pilar socioeconómico. Este año, no hubo festejos centrales, pero el trabajo en el campo, en las industrias y en todo el en granaje sectorial continuó. Es de recordar que dentro del Producto Interno Bruto (PIB), el ámbito cooperativo tiene un gran peso y, más específicamente, las cooperativas de producción están presentes en varias agrupaciones.
A nivel sector primario, si se agregan las actividades de los socios productores, la participación ronda el 20 % del PIB agrícola. En tanto, en el PIB industrial, las cooperativas representan el 6 %, mientras que en el componente comercio y servicios, se estaría ubicando en torno al 3 % o 3,5 %, pero presenta un comportamiento al alza, según indicó Blas Cristaldo, gerente general de la Fecoprod. “La tendencia creciente (se observa), en lo que es el sector servicios, fundamentalmente comercio y el naciente desarrollo de una cadena de distribución propia”, reconoció el entrevistado, lo que abre una nueva veta de acción al cooperativismo.


“Uno de los grandes desafíos siempre es el supermercadismo. Entonces, las cooperativas están iniciando un proceso de tener tiendas propias donde acercan su producción ya sea de artículos de consumo, animal o humano, alimentos y demás, directamente a los consumidores. Es una tendencia nueva”, anticipó Cristaldo. De hecho, existen algunas experiencias de cooperativas con supermercados propios para abastecer a sus comunidades, tanto en la Oriental como en el Chaco, pero, a criterio del gerente se estaría ante un escenario que invita a generar estos nuevos espacios de participación de las cooperativas de producción.
A la par, sigue la participación del sector en otros ámbitos económicos. Por ejemplo, representa el 16 % de las exportaciones, fundamentalmente soja; en la industria molinera, con harina de trigo y otros igualmente con buen peso. En tanto, los frigoríficos cooperativos representan en torno al 30 % del negocio de la carne y con importante peso en las exportaciones de proteína animal; en lácteos, están por arriba del 80 % de la industrialización, “todo esto gestionado y liderado por nuestras cooperativas”, según Cristaldo, quien anticipó que la facturación bruta total de las asociadas a Fecoprod rondó los 2.000 millones de dólares en el ejercicio 2.019.
Y conste que no solo se enfrentó el problema de la pandemia, sino que también hubo otras adversidades, como el clima y, por ejemplo, en el caso específico de una cooperativa chaqueña, el incendio del frigorífico, el año pasado y que siguió operando o las inversiones que no se cortaron, como en el sector lechero, con ampliaciones de la capacidad de procesamiento en la planta de leche fluida, más nuevos módulos de producción de leche en polvo, en torno a unos 200 millones de dólares de inversión en los cinco o seis últimos años, indicó. Las inversiones en fábricas para elaborar harinas, balanceados y otros productos orillarían los 10 a 15 millones de dólares, dijo.
También hubo grandes inversiones en industrias aceiteras. Entre las mencionadas por el entrevistado, recordó la planta procesadora de canola, en la zona de Naranjal (Alto Paraná). “Tengo entendido que ahí hablamos de unos 15 a 18 millones de dólares. Todo esto se vino haciendo en los últimos cinco a seis años, a parte de las inversiones que realizan las cooperativas en la capitalización de sus empresas, tanto de Ecop como de Bancop. Ahí podemos hablar de procesos de capitalización que estarían orillando fácilmente los 12 a 13 millones de dólares, en estos últimos cinco años”, expuso. Todo ello sin incluir el apoyo a las investigaciones a través de Inbio o Cetapar.
El impacto social igualmente se da gracias al apoyo de entidades como Fecoprod que asistes a casi una veintena de cadenas de valor. “Estamos llegando a más de 30 mil familias campesinas, organizadas en más o menos unas 120 organizaciones de base en, prácticamente, todo el territorio de la región Oriental y parte del Chaco central, los únicos departamentos de la región Oriental en donde no tenemos asociaciones así hasta ahora claramente definidas e incorporadas a estos esquemas son Central y Ñeembucú, pero estamos optimistas que vamos a empezar a tener actividades también en estos departamentos”, expuso finalmente, en otro momento.