El aumento de la población y su adopción de nuevos hábitos de consumo enfocados a la salud humana y del ambiente representan un desafío constante para los países productores y, en ese sentido, el representante de la FAO en Paraguay, Jorge Meza, apela a sentar las bases para trabajar conjuntamente entre el sector público, privado y la cooperación internacional.
Uno de los puntos alarmantes sobre la situación de la agricultura en el país es que la orientación del gasto público para la asistencia al sector primario es de apenas el 14%, mientras que el promedio en la región es de 40%. Asimismo, de todos los ingresos que genera el rubro agropecuario para el Paraguay hay un retorno de solo 1,9% desde el Estado, lo que representa un índice “extremadamente bajo”, según advirtió Julio Berdegué, representante regional de la FAO en América Latina y el Caribe.
Destacó el uso de estos recursos por parte del Gobierno, ya que invierte más en bienes de consumo y casi nada en subsidios. “Paraguay está apoyando poco, pero bien”, dijo.
En el webinar sobre la Transformación del sistema agroalimentario para fortalecer el desarrollo en la pospandemia, recomendó algunas medidas para evitar la exclusión en la nueva demanda de alimentos, que debido a la pandemia avanza más rápidamente hacia productos saludables, más frescos e inocuos. “Mantener la estructura de gastos fuerte, orientado hacia bienes públicos; reforzar los servicios públicos como investigación, desarrollo, sanidad, promociones de mercado, titulación de tierras. Ese es el gasto que nos condiciona en este proceso de transformación”, sostuvo.
Fuente y fotografia: Última Hora.