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28/12/2020

Integración agrícola ganadera para la producción sostenible

CONGRESO AGROPECUARIO PARA ZONAS SEMIÁRIDAS - El Congreso Internacional Agropecuario para zonas Semiáridas realizó su sexta edición los días 14 y 15 de octubre y, siguiendo la temática de los eventos desarrollados en este año atípico por la pandemia, se desarrolló de manera virtual. El componente transversal en esta edición fue destacar el apoyo mutuo de los sistemas de producción agrícola y ganadero y de cómo favorece sus resultados finales.

La organización del evento en línea estuvo a cargo de cooperativas del Chaco central y el emprendimiento Pioneros del Chaco S.A. El congreso se venía desarrollando primeramente en forma alternada entre pecuaria de leche y de corte, para luego unificarse en uno solo y que este año tuvo el desafío de enfrentar como tema transversal la integración de los sistemas de producción agrícola y ganadero. Sin embargo, como en la mayoría de las demás propuestas, la pandemia de Covid-19 determinó su ejecución virtual. Desde la organización se informó que se buscó convocar a destacados profesionales para compartir conocimientos con referentes del sector agroganadero en un programa de dos días de trabajo que apuntaron a abordar temas que envuelvan experiencias en la integración de los actuales planteos, tales como una agricultura como apoyo a la ganadería y viceversa, el manejo de suelos, la fertilización, rotaciones, manejo de malezas y plagas, el trabajo con maquinarias en el campo, el uso de forrajes y la importancia de la calidad del agua.


Además, de compartir casos prácticos de establecimientos que trabajan en el tema de la integración y el valor agregado de Argentina y Paraguay, indicó la organización en un material de difusión. El programa del primer día incluyó tópicos tales como fundamentos técnicos sobre la integración para una producción sostenible, sugerencias y recomendaciones a tener en cuenta para iniciar un planteo agrícola en lotes ganaderos y compartir la experiencia positiva con la presentación del establecimiento Rancho JF, en la zona conocida como Cruce San Antonio. La segunda jornada incluyó puntos tales como el beneficio de la ganadería en la integración con la agricultura y el agregado de valor, también sobre la diversificación como herramienta de una producción sostenible. El caso práctico compartido fue la experiencia de la estancia Campo’í y el trabajo que se desarrolla con suplementación y confinamiento, como estrategias para una producción estable. Al final de cada ponencia, hubo tiempo destinado para las consultas y la interacción con el auditorio virtual que se conformó en esta doble jornada técnica.

 

 

 

 

 

 

Alfred Janzen, profesional agrónomo, compartió la experiencia de Rancho JF.

Caso Rancho JF
Entre los ejemplos compartidos, estuvo el del Rancho JF, de Alfred Janzen, profesional agrónomo y con muchos años de experiencia. Arrancó su intervención con un mensaje optimista, mediante una cita bíblica, para alentar a los productores a que no decaigan y sigan adelante en un año por demás difícil. Luego pasó a compartir detalles del establecimiento que se ubica a unos 10 km al Sur del Fortín Boquerón, en Cruce San Antonio, en el área de influencia de los límites entre Boquerón y Presidente Hayes. Los actuales propietarios adquirieron las tierras a finales del 2012. De características de una explotación con más de 40 años de ganadería tradicional, presentó un terreno complicado, enmalezado. La producción en aquella época era de cría y engorde de ganado de forma convencional. Para el 2013, en el primer verano, se preparó la parcela de sorgo para ensilado, incorporándose así la agricultura. Al año siguiente, sobre esos rastrojos se sembró la parcela inicial de leguminosas, en este caso soja, con lo que se buscó incorporar Nitrógeno al suelo. Actualmente, la agricultura comprende cultivos de sorgo para granos; para ensilados para pastoreos, ya sea verde o diferido; soja y sésamo. La intención es incluir maíz en la cadena productiva y para más adelante, también a incorporar chía y algodón. En tanto, la ganadería hoy propone un ciclo completo. Es decir, cría, recría y engorde. Se emplean como base genética toros Brahman, Nelore, Hereford, Brangus y Braford, según la meta trazada. “Apuntamos a animales de media sangre, que no pierdan rusticidad, buscando el vigor híbrido y que sean productores de carne”, sintetizó. Explicó que emplean tecnologías como inseminación artificial a tiempo fijo y que por lo general, dependiendo de condiciones climáticas y otros factores, el ciclo termina promediando el verano. Entre los objetivos de la agricultura, básicamente es obtener alimentos para el ganado, pero también se desea contar con rubros adicionales para la venta, con lo que se logra la diversificación en el ingreso y en el flujo de caja. Otra práctica que se desarrolla en la parte agrícola es la rotación de cultivos para evitar el monocultivo de pasturas. La integración agrícola ganadera igualmente permite mejorar el control de plagas y de malezas. En el caso particular de Rancho JF, también se invierte en productos fitosanitarios específicos para cuidar “enemigos naturales” y aprovechar la alianza en contra de plagas. Por ello y aunque a ojos de otros pueda representar un mayor costo, hasta ahora no se emplea en el campo el piretroide, dijo. Añadió que a diferencia de otros establecimientos, una vez “rotacionadas” las parcelas con agricultura, cualquier potrero está disponible para la producción del heno.
En maquinarias, disponen de unidades propias para ciertas tareas, aunque para la cosecha se terceriza. Y un aspecto bien definido tiene que ver con los escalonamientos establecidos en el sistema productivo. “Si bien hablamos por un lado de una ganadería extensiva, pero en la intensificación de la producción, tenemos muy claros algunos escalones que debemos seguir gradualmente”, dijo. así, señaló que se arranca por la recría de desmamantes, con ensilado de sorgo, muy poca inversión; posteriormente, se pasa a la suplementación de vacas primerizas. Luego se trabaja sobre la suplementación de novillos o de vacas secas para terminación, pero a pasto.

El cuarto peldaño sería la terminación en confinamiento. “En un futuro más lejano la idea es llegar al confinamiento a corral o corralón. Para nosotros es el último escalón porque requiere de alto costo y logística. Hablamos de movimiento de máquinas, de infraestructura y de un montón de otros aspectos específicos que cuestan dinero. Hay dos opciones: tomar créditos a mediano y largo plazo y hacerlo todo de una vez o crecer escalonadamente. Preferimos tomar un escalón por vez”, añadió. Resumió su intervención al recordar que la misión del emprendimiento es producir alimentos para la humanidad. “A la naturaleza la vemos como nuestra principal aliada, por lo que la respetamos y la conservamos”, comentó y resaltó como aspecto positivo la armonía de la producción con la vida silvestre. “La fauna salvaje ha aumentado ya considerablemente en este periodo relativamente corto. Cuando asumimos hace ocho años el campo había muy pocos, tuvimos muy buenos acuerdos con los vecinos y hoy vemos ya un montón de animales silvestres”, comentó orgullosamente. Reiteró que siguiendo en línea con una producción amigable con el ambiente, emplean productos fitosanitarios de forma muy racional y específica. “Cuidamos mucho en ese sentido. La diversidad de la vegetación en las áreas de producción, a través de la rotación de cultivos, contribuye a una mayor producción y conservación de suelos y ambiente. Eso vimos porque en las áreas agrícolas hoy en día ya no tenemos peladares, lo que antes había bastante, hay una mejor producción”, concluyó su experiencia sobre los resultados obtenidos en la integración agrícola – ganadera.