_ CAM. ¿Cómo evaluar lo que fue el 2020 para el sector?
_ Burt. Un año complicado. Empezó con resultados positivos en los primeros meses, luego tuvimos una caída muy importante del 30 % de exportaciones, tanto en volumen como en ingresos. Vino la incertidumbre de lo que fue Covid-19, a lo que los frigoríficos tuvieron que dar un trabajo intenso para recuperarse de lo que fue la pandemia. En cuestiones comerciales, se dio una incertidumbre, además de problemas puntuales, como logísticos, de transitar por otros países, cierre de rutas, de fronteras y un montón de desafíos. Felizmente, creo que pudimos adaptarnos al desafío Covid y el año se fue recuperando. Después de la caída de abril y mayo, podemos hablar que cerramos un año satisfactoriamente, comparando con otros sectores que tuvieron que cerrar completamente.
_ CAM. ¿Fue un escenario complicado, incluso si se excluye la pandemia?
_ Burt. Y hubo consecuencias directas, otras indirectas. Las empresas trabajaron mucho para las modificaciones y adecuaciones al “modo Covid”. Se trabajó por turnos, se buscó proveer transporte a los colaboradores para que puedan trasladarse y otras cuestiones. Pero además, efectivamente, tuvimos la presión de la sequía, de la bajante del río.
_ CAM. ¿Qué hicieron las industrias ante problemas en los destinos?
_ Burt. Los frigoríficos demostraron una muy buena agilidad comercial de poder colocar la carne en diferentes destinos. Ante la incertidumbre que generaba, por ejemplo, un mercado, un negocio, que ya estaba “cerrado” (concretado) si tenía retrocesos por Covid, si volvía a cuarentena, etc., se buscó redireccionar esas mercaderías. Fue un ejercicio muy importante para las plantas desde el punto de vista comercial. Paraguay tiene más de 70 mercados abiertos y por más que se concentran la gran mayoría de nuestras exportaciones en los cinco principales mercados, tenemos cierta flexibilidad y ciertas salidas.
_ CAM. ¿Hubo menor actividad en las plantas?
_ Burt. Comparando con la anterior temporada, el 2020 estuvo prácticamente igual. Hablamos de unas 2 millones de cabezas faenadas, de un hato de alrededor de 14 millones de animales. Eso significa entre 1.000 y 1.100 millones de dólares por año. Al final del año, pudimos hacer un repunte que nos permitió cerrar de forma regular. Hay que recordar que el 2019 fue uno año de crisis económica, con recesión. Entonces, tampoco es parámetro pero, considerando que estamos enfrentando una pandemia de importancia, creo que se hizo un gran trabajo con la Cancillería, con Rediex, con el Senacsa, principalmente, para que las exportaciones de carne paraguaya, que representan el 70 % de lo que se faena, puedan cumplir con sus compromisos asumidos.
_ CAM. ¿Se pudieron realizar algunas inversiones o avanzar hacia nuevos mercados para nuestros productos cárnicos de exportación?
_ Burt. El tema de la pandemia complicó los mercados porque teníamos ya agendado, por ejemplo, con gente de EEUU, que vengan a hacer las inspecciones de las plantas. Estamos trabajando muy de cerca con el Senacsa (Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal). De igual forma, toda la parte de documentación ya fue remitida satisfactoriamente al servicio veterinario de EEUU. La agenda incluía inspecciones de plantas, establecimientos ganaderos, laboratorios. Todo lo que se requiere para la habilitación de ese mercado que miramos con mucho entusiasmo. También empezar las negociaciones con países del Sudeste asiático, enviando todas las documentaciones para iniciar el proceso, que es un poco largo y tedioso. En términos de inversiones, al no poder viajar a las ferias, al no poder hacer promoción presencial con los importadores, que constituyen algunas de nuestras principales actividades, estamos trabajando con Rediex (Red de Inversiones y Exportaciones) para hacer una campaña promocional de la carne paraguaya en el mercado chileno, que hoy es nuestro principal mercado. Estamos explorando diferentes formas para llegar al consumidor final para que conozca la carne paraguaya, para que conozca sus atributos y para que la demanda por nuestra carne crezca.
_ CAM. ¿Cuál es la situación de los envíos de carnes de otras especies?
_ Burt. En cerdos, por ejemplo, nos llevamos la grata noticia para cerrar el año que Uruguay habilitó la importación a la de carne porcina, a través de UPISA, uno de los socios de la CPC. Es muy interesante que vayamos diversificando nuestras exportaciones con diferentes productos. Paraguay es histórica y tradicionalmente un país de ganado bovino, pero también se están haciendo trabajos importantes en el sector de pollos con la firma K-Zero, además de la ya mencionada UPISA. Ojalá esas empresas puedan también aprender de las experiencias de los frigoríficos bovinos que ya tienen décadas haciendo este trabajo y puedan convertirse también en jugadores internacionales en el comercio de proteína animal
_ CAM. ¿Hacia dónde vamos en el 2021?
_ Burt. Estamos mirando con un optimismo cauto, pensábamos que con la publicación de la vacuna (contra Covid-19) ya se iban a regularizar los mercados, especialmente el segmento de “foodservices”, para hoteles, restaurantes, cruceros, aerolíneas. Sectores en donde se pagan precios Premium por nuestra carne. Fue uno de los sectores más afectados por Covid-19, así como el turismo. Con la noticia de una nueva cepa en Europa, diversos países volvieron a cuarentena total. Esto trae incertidumbre. Genera un problema para predecir qué es lo que va a pasar. Por suerte, nos solidificamos bien en el mercado chileno, que es nuestro principal destino. Estamos trabajando bien en Chile. También tuvimos una buena experiencia trabajando con el gobierno para que puedan venir los rabinos de Israel para la faena “Kosher”. Trabajando de esa manera, esperemos poder seguir este año. Ojalá se solucionen todos estos problemas sanitarios por la pandemia.
_ CAM. Algún mensaje final…
_ Burt. Agradecer a todas las empresas socias de la cámara por su trabajo. Han hecho un gran servicio al país, considerando que es uno de los pilares de la economía. También a las autoridades del Senacsa, del MIC, de la Cancillería, quienes fueron muy ágiles en ayudarnos a solucionar los problemas que se presentaron de manera incierta. Esperemos que, este año, todos juntos podamos sacar al país adelante, con mucha empatía con aquellos sectores que fueron afectados por la pandemia. Considero que somos un sector afortunado. La gente tiene que seguir comiendo y, como somos productores de alimentos, se pudo salvar, por decir de alguna manera, el año. Esperemos que el 2021 los mercados puedan recuperarse, sean más predecibles y podamos planificar para tener un año bueno.