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03/10/2018

Sello de “Empresa segura libre de violencia y discriminación contra las mujeres” para USC

Tras completar con los procesos pertinentes y realizar todo el protocolo necesario, la Universidad San Carlos (USC) obtuvo el sello de “Empresa segura libre de violencia y discriminación contra las mujeres”. La distinción fue el viernes 24 de noviembre del 2017, en el Gran Hotel del Paraguay (Asunción) y el logro representa un mayor compromiso para el futuro, según informó la Dirección de Gestión del Talento Humano de la organización académica, dentro de las actividades de Responsabilidad Social de la institución.

En el acto oficial se dio a conocer el listado de las nuevas organizaciones que accedieron al sello y entre las cuales figuró la USC, en su segundo año consecutivo de participación. La distinción fue otorgada por el Ministerio de la Mujer, con de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit – GIZ), a través de su Programa Regional ComVoMujer a las empresas que promueven y realizan acciones concretas para la prevención, atención y sanción de la violencia contra las mujeres. El sello fue establecido por Decreto del Ejecutivo N° 4452, del 25 de noviembre de 2015 y declarado de Interés Nacional, Social y Educativo por la Cámara de Diputados, en agosto de 2016. Se trata de una herramienta eficaz para apoyar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de compromisos internacionales, mediante un trabajo realizado a través de una alianza entre el sector público, el sector privado y la cooperación internacional. De esta forma, se busca reconocer a quienes realizan esfuerzos para promover la prevención de la violencia y la igualdad de oportunidades para las mujeres, a través de acciones al interior de la empresa, en la comunidad donde interactúan o en el ámbito nacional. Está dirigido a organizaciones y empresas públicas o privadas, nacionales o extranjeras. Durante la distinción igualmente se dio a conocer algunos datos e incluso el perjuicio que va más allá de lo social, pues también tiene su impacto en lo económico. Así, esta innovadora iniciativa tuvo en cuenta los resultados del reciente “Estudio de Costos Empresariales de la Violencia contra las Mujeres” donde se ha reportado que 3 de cada 10 colaboradoras (29%) informaron haber sido agredidas por sus parejas o ex parejas y que esto se repite en promedio de 30.9 veces por año. El estudio ha demostrado que estos hechos tienen consecuencias en la productividad tanto de las colaboradoras agredidas como de los colaboradores agresores. En términos económicos, las pérdidas empresariales alcanzan en el Paraguay 734 millones de dólares al año, equivalentes al 2.39 % del Producto Interno Bruto (PIB). Los costos empresariales de los agresores son más altos que los de las agredidas, reveló la fuente. En este contexto, el Ministerio de la Mujer junto con el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y el Ministerio de Industria y Comercio presentaron esta iniciativa para establecer una alianza estratégica con el sector empresarial en la lucha contra este flagelo. El Sello Empresa Segura, será parte de las acciones de responsabilidad social empresarial (RSE).


Aporte institucional. Lilian Ávila, de la Dirección de Gestión del Talento Humano de la USC, recordó que los responsables de la iniciativa invitaron a la USC en octubre del 2015 a sumarse a esta cruzada. Así empezó el proceso interno de concienciación a las colaboradoras, primero en la sede central (Asunción) y luego a las doce filiales en, prácticamente, todo el país. La siguiente fase fue trasladar las orientaciones a las comunidades, fue así en donde las filiales tuvieron mayor incidencia, pues no solo aportaron a concienciar al interior de la población educativa sino que incidieron también en sus zonas geográficas de influencia, sobre todo en áreas rurales, aprovechando actividades como salidas de campo y otras, gracias a los convenios con otras instituciones para implementar en ellas esa concienciación de la no violencia contra la mujer.


El desarrollo del protocolo desde un principio ya les sirvió a la USC para recibir en el 2016 un reconocimiento por lo avanzado en aquella temporada. “Este año al recibir el Sello de Empresa Segura, además de la emoción, representa una gran responsabilidad, pues más allá del Sello, esta distinción no hace sino comprometer más nuestro aporte institucional a una realidad que duele y que se volvió muy visible actualmente, como lo es la violencia. Por eso, en vísperas justamente al Día de la No Violencia a la Mujer (n. de la r. 25 de noviembre), ese acto representó muchos sentimientos encontrados. Recibimos el sello, hubo festejos, pero igualmente se mostraron las estadísticas nacionales y de cómo esa realidad además de afectar a la persona, también tiene otro tipo de impactos negativos, como la repercusión incluso en las empresas, pues las afectadas igualmente disminuyen su producción en sus tareas diarias”, reflexionó.


Primeros pasos. El proceso a lo largo de este tiempo al interior de la USC contó entre sus inicios con capacitaciones, primero en la sede central y luego, el año pasado, en un taller desarrollado en San Bernardino, de unas cuatro semanas, con dos grupos para evitar paralizar las actividades de las filiales. Fueron entrenados los directores y los secretarios de esas unidades regionales.

Se trabajó en diversos aspectos, recordó Ávila, como lo vinculado al marco legal, si se cumplían con las exigencias laborales, también se medían si los procedimientos se ejecutaban, si las colaboradoras asistidas recibían tratos claros de ese apoyo y otros. La directora de Gestión de Talento Humano igualmente indicó que muchas de las tareas ya la venían practicando institucionalmente. Incluso no solo para evitar la violencia a la mujer, sino reprobando o sancionando todo tipo de violencia y discriminación, dentro de un código de ética que ratificó esa postura. Ejemplificó que una de las acciones está contemplada en el procedimiento de marketing institucional. “Al trabajar en nuestro proceso de imagen institucional, para realizar contrataciones, no nos fijamos en criterios que tengan que ver con el perfil físico de las personas, sino que puedan cumplir con la tarea demandada. En nuestro procedimiento de marketing no está declarado nada que tenga que ver con imagen física de los postulantes. Es más, dentro del plan anual, en difusión, sean folletos o materiales audiovisuales, mostramos alumnas que no necesariamente tengan que ser delgadas o jóvenes, como es habitual en otros casos, sino que reúnan el perfil deseado”, dijo. Agregó que esto se dio con más fuerza en las filiales, como una forma de transmitir ese apoyo de información incluso para los propios alumnos, muchos de ellos son padres y madres, mencionó. Si bien indicó que al interior de la USC no existen denuncias actuales por parte de sus colaboradoras, pero no por ello se debe ser indiferente a lo que pasa. Lamentó que episodios violentos se registren en el país y con pérdidas empresariales altas para las organizaciones, además del impacto a la integridad y al físico de la víctima.


Siguientes desafíos. Ávila explicó que el siguiente paso apunta a mejorar el proceso y anticipó que se enfatizará la comunidad de alumnos en la sede central, porque anteriormente se dio prioridad a las filiales. Además, se apunta a ratificar lo desarrollado y a trabajar con procedimientos claros para ayudar a más colaboradoras a sentirse segura y encontrar en la institución una instancia para hablar, desahogarse, compartir y buscar una salida al final del túnel. También deben mantener la estructura y seguir con las recomendaciones y los procedimientos, pues cada dos años se renueva el sello. Así, al año de recibirlo se puede realizar una evaluación y corregir los puntos flacos para continuar mejorando. “Para nosotros el sello es importante, pero nuestro foco no está en recibir esa distinción. El sello no es el centro de todo, sino haber colaborado con este proyecto”, recalcó. También se vienen mejoras en infraestructura, puesto que desde hace unos meses se están ejecutando obras de ampliación en la sede central. “Tenemos espacios que son para lactancia, acompañamos a las colaboradoras que requieran de guardería para sus chicos, por ello cubrimos sus gastos en las instituciones cercanas a nuestra sede. No obstante, en paralelo, se está construyendo un nuevo edificio que incluirá más espacios como la remozada sala de lactancia e incluso un local para la guardería”, comentó. Anticipó que para fines del primer trimestre del 2018 ya podría estar habilitada esa área, además de buscar personal idóneo para atender a los chicos, sean en lo maternal como en pre jardín.