En el tercer día del II Encuentro Nacional de Siembra Directa se llevó a cabo una jornada de campo en la propiedad del señor Víctor Hugo Dickel, un productor pionero en siembra directa de la zona de Itapúa, con 30 años de implementación del sistema. Durante la jornada los especialistas desarrollaron temas que giran en torno a la “Importancia de la inclusión de abonos verdes en la rotación de cultivos” en tres estaciones.
En la primera estación los participantes fueron recibidos por el ingeniero agrónomo Magín Meza y el doctor Ademir Calegari, quienes capacitaron sobre plantas de cobertura y rotación de cultivos (supresión de malezas y nematodos). En la ocasión, Magín Meza manifestó que cada abono verde tiene una característica por la que se destaca, que pueden ser por reciclaje de algún nutriente, por generar nutrientes y control de malezas. Algunos abonos verdes tienen alelopatía con ciertos cultivos. Por su parte, Ademir Calegari resaltó la importancia de realizar el diagnóstico de suelos para conocer la situación a la que se enfrentan en cada uno de los establecimientos, en cuanto a compactación y nutrientes. Es necesario saber cuáles son las opciones de cultivo, el tipo de clima característico de la zona, si hay antecedentes de presencia de nematodos, qué especie, cantidad; fusariosis, risoctonia, macrophomina y otros. “Lo mejor del abono verde es la mezcla. Para saber qué mezcla sembrar, se necesitan calicata, crecimiento de raíz, biomasa y análisis de suelos. Hay que saber si hay enfermedad o no. Y la mezcla varía dependiendo del objetivo”, dijo. En otro momento Magín Meza manifestó su preocupación a cerca de una información que circula entre productores. “Se le está diciendo a la gente que hay que matar el abono verde cuando está en floración. ¿Qué conseguimos con un abono verde muerto, con pura agua y sin fibra? No vamos a controlar malezas. Una de las cualidades de los abonos verdes es el control de malezas, por siembra o alelopatía, sin fibra cuánto tiempo va a durar”, expresó. Recordó además que el abono verde tiene la capacidad de reciclar nutrientes. “Cuando queremos que haga el reciclaje tenemos que matarle cuando el grano está lechoso, 3 o 4 días antes de que sea viable la semilla, para que el cultivo que viene a los 60 días de emergido, el fósforo que está adentro de la semilla esté disponible para el cultivo”, sugirió.
Integración agricultura ganadería. En la segunda estación, el ingeniero agrónomo Ronaldo Dickel abordó la importancia de la integración agricultura-ganadería. Presentó las experiencias en el manejo de la integración que se realiza en el establecimiento de producción del señor Víctor Hugo Diekel. Comentó que la actividad comenzó hace más de 20 años con un grupo de productores, en busca de alternativas para hacer frente a la erosión. Encontraron una práctica factible y sustentable en la siembra directa con incorporación de abonos verdes. Posteriormente se fue acoplando gradualmente la ganadería a la agricultura. Mostró una parcela de unas 26 hectáreas aproximadamente, donde se instaló el sistema de integración agricultura-ganadería desde hace 13 años. Cuentan con un total de 170 cabezas de ganado bovino, de los cuales 85 son hembras, 20 desmamentes y un poco más de 70 terneros. Realizan una carga de 6 cabezas por hectárea. En verano trabajan con soja, luego pastura para que los animales puedan pasar el invierno. Tienen un área de pastura continua y otro sector donde los animales pastan entre 6 y 8 por día, después pasan a un piquete general. “En verano hacemos soja y en invierno acevén. Desde hace unos 3 años, empezamos trabajar con cultivo de milleto para la entre zafra, entre la soja y el acevén, para aprovechar los días que sobran. Este año se probó la mezcla de acevén con avena para poder entrar más rápido con la pastura”, explicó. Afirmó que con la integración tienen excelentes resultados. Hacen el ciclo completo de los animales, cría, recría y confi namiento en otro sector del establecimiento. Los animales pasan bien durante el periodo invernal y en verano llegan a una excelente producción de soja, con 4.500 kilogramos de rendimiento por hectárea.
Manejo de plagas. La ingeniera agrónoma Stella Candia tuvo a su cargo la presentación de recomendaciones sobre “Manejo de plagas en siembra directa”. Destacó que la siembra directa es un sistema cuya característica principal es la cobertura, mediante los rastrojos de cultivos extensivos y abonos verdes. Se trata de generar un hábitat con mayor humedad, con relación a un cultivo sin rastrojo. Es un buen ambiente, porque existen muchos insectos dañinos que no sobreviven cuando se tiene rastrojos en el suelo. Uno de ellos es el Elasmopalpus lignosellus o Broca del cuello, que necesita suelos sin cobertura, alta temperatura y baja humedad. Una de las ventajas principales de la siembra directa es la disminución de la presencia de algunas plagas, como Broca del cuello, que es de difícil control. Además favorece el hábitat de los enemigos naturales. Manifestó que la siembra directa también facilitó el incremento de las plagas del suelo. Al no removerse el suelo, algunas plagas encuentran un ambiente favorable, como el coró por ejemplo. Esta es una plaga muy importante en el cultivo de trigo, que tiene la capacidad de disminuir una gran cantidad de stand de planta. El manejo recomendado para disminuir la presencia de coró es el control preventivo, con un buen tratamiento de semillas, manejo de la fecha de siembra y manejo de rastrojos. El cogollero del maíz es otra plaga que causa preocupación, se encuentra en el cultivo de soja generalmente cuando se siembra una gramínea como cultivo anterior. Recomendó aplicar productos, que pueden ser fi siológicos, en el rastrojo y un buen tratamiento de semillas, para proteger la plántula por lo menos por tres semanas. De esta manera se realiza un control químico sin dejar de lado la siembra directa. Al tener una cantidad importante de rastrojos, los enemigos naturales tienen mayor posibilidad de sobrevivencia y desarrollo. Generalmente cada plaga tiene su enemigo Natural, de ahí sería muy oportuno observar y estudiar a los enemigos naturales de la Spodoptera frugiperda. “Se debe buscar siempre integrar las técnicas de control para no dejar de lado la siembra directa y el manejo integrado de plagas”, agregó.
El picudo de la soja, es otra plaga cuya presencia también aumenta en siembra directa. Pero se controla con el tratamiento de semillas, control de adultos con insecticida residual y rotación de cultivos. El chinche barriga verde también causa preocupación porque está presente en cultivos de maíz, trigo y ahora también en soja. Esta plaga se controla con el tratamiento de semillas con insecticidas (carbamatos + neonicotinoides). Una aplicación de neonicotinoides 15 días después de la siembra. Se recomienda mantener el cultivo con insecticidas fisiológicos, que respetan la vida de los insectos benéficos. Señaló a la Spodoptera frugiperda (Cogollero del maíz) como la plaga principal y clave. Es una plaga que se está adaptando al sistema de producción soja-trigo-maíz-gramíneas como abonos verdes, y está atacando todos los cultivos. En este caso, destacó que el primer paso es saber identificar, cuando se está ante la presencia de una Spodoptera. Para el control sugirió la aplicación de productos, de tipo carbamatos u otros, fisiológicos, diamidas y monitoreo. El manejo de Plagas en la producción de cultivos extensivos bajo el Sistema de Siembra Directa requiere de conocimiento de las plagas y enemigos naturales y el cultivo, de integrar técnicas de control Biológico, Químico, y Cultural para llegar a un equilibrio de la Entomofauna.
Materia orgánica del suelo. El área de producción agrícola del señor Víctor Dickel tiene 26 años de producción bajo el sistema de siembra directa sin remoción de suelo. Comentó que anteriormente sembraban maíz de época. La rotación de cultivos se hace con trigo, soja, maíz, girasol, avena, nabo forrajero y milleto. En 26 años se realizó cuatro aplicaciones de cal, al voleo y superficie. Actualmente los elementos identificados que están en baja cantidad son magnesio y azufre, y desde hace cuatro años trabajan en la adición de los mismos al suelo. La materia orgánica del suelo, fertilidad y nutrición fue el tema que propuso el ingeniero agrónomo João Carlos de Moraes Sá durante la jornada de campo. Recordó que para climas subtropicales se requiere como mínimo alrededor de 11 y 12 toneladas de rastrojos por hectárea al año. “Según los datos que aportó Victor Dickel, hicimos un cálculo estimativo de cuántas toneladas de rastrojos por hectáreas al año están aportando. Estimamos que es cerca de 13 toneladas, pero puede ser un poco más. Este es el primer indicador de que si esto está funcionando, es porque se está aportando como mínimo alrededor de 6,5 toneladas de carbono anual”, destacó. Perfi l radicular vs compactación del suelo, fue desarrollado por el ingeniero agrónomo Ken Moriya quien manifestó que los puntos que estimulan el desarrollo radicular son el geotropismo, oxígeno, agua y los nutrientes. Cuanto más convexidad y concavidad, es indicador de que existen canales para que las raíces se desarrollen. Indicó además que en el suelo del establecimiento del señor Dickel se observa que existe velocidad de infi ltración de agua. Los especialistas destacaron además la importancia de crear una unión entre la capa superfi cial y el suelo más profundo. “Si no creamos esa esponja para que el volumen de agua de lluvia se quede en el suelo, comienzan los problemas de escurrimiento. En la función de la materia orgánica, los compuestos orgánicos tienen 99% de carga negativa, agua tiene 2% hidrógeno y 1% oxígeno. Cuando por una atracción electro estática se queda con una vibración, que hace la expansión y contracción del suelo. Este es el momento en que se produce la formación de bioporos.
De esta manera el carbono abre las puertas para las nuevas raíces”, explicó João Carlos de Moraes Sá. Por su parte el Ken Moriya indicó que está demostrado que con el sistema de cobertura se aprovecha más rápidamente el agua. Es un proceso que sufrió un desarrollo con el tiempo y creó toda una estructura. La siembra directa asociada con cultivos de cobertura y rotación de raíces, consigue el resultado de aguardar agua y soportar periodos de sequía y otras situaciones adversas. Comentaron que en general se tiene entre 40 y 45% de poros en el suelo, de los cuales 3 a 7 % de estos poros son ocupados por raíces. Por ello es importante hacer la asociación y elegir plantas con sistemas radiculares agresivos, como por ejemplo el milleto que es una especie agresiva. Recomendaron cambiar el proceso de fertilización con la siembra directa. Además destacaron que no se puede poner en el enfoque solo en el cultivo principal. La estrategia es que cultivos de cobertura también sean trabajados como cultivo principal, porque son que van a hacer que el cultivo estrella tenga mayor capacidad de producción. La fertilización en cultivos de cobertura va a proveer mayor desarrollo y reciclaje, porque todo el proceso de descomposición se realiza en verano. Manifestaron además que el maíz tiene que estar en el sistema de rotación, porque debajo de la planta de maíz se encuentra la lombriz, si el maíz exuda polisacáridos. Si hay azúcar, hay hongo. En el caso de la soja, exuda una gran cantidad de amino compuesto rico en nitrógeno. La soja es un cultivo que atrae todos los seres vivos que están detrás de la proteína, aminoácidos. Siempre va atraer organismos, que cuando hay poblaciones muy altas se tornarán patógenos. De esta manera la microbiología será más diversa y se irá generando los componentes supresivos, que van a actuar como controladores de otros organismos. Agregaron que con el pasar del tiempo el objetivo tiene que ser llegar a la funcionalidad del suelo. El punto más importante en la rotación de cultivos es la resiliencia del suelo, lo signifi ca un suelo con una alta inmunidad con capacidad de resistencia a los impactos y con alto potencial.