Reunió a productores, técnicos, estudiantes y destacados especialistas nacionales e internacionales, durante los días 25, 26 y 27 de julio pasado, para una actualización y debate sobre las nuevas tecnologías, conceptos de manejo de suelos y la importancia de la siembra directa para la producción sustentable de alimentos. Tuvo lugar en el salón auditorio de la Agrodinámica de la Cooperativa Colonias Unidas, en Hohenau, Itapúa.
Con el lema “Para alimentar al mundo, primero debemos alimentar el suelo” se realizó la segunda edición de capacitación sobre siembra directa en Paraguay. Fue organizada por la Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable (Fepasidias) y la Asociación de Ingenieros Agrónomos Pro Siembra Directa (AASID), con el apoyo de la Confederación de Asociaciones Americanas para la Agricultura Sustentable (CAAPAS), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y Nuestro Suelo-Investigación y Rentabilidad.
Contó además con los auspicios de varias empresas e instituciones del sector agrícola, que estuvieron presentes con stands para ofrecer sus novedades en productos y servicios, además de aclarar las dudas de los interesados durante los recesos. El ingeniero agrónomo Luis Cubilla, presidente de Fepasidias, manifestó que a fi nales de los 90 e inicios del siglo XXI se identifi có una disminución del área de siembra directa en Paraguay. Por ello la federación se propuso retomar los trabajos de capacitación a nivel de técnicos y productores, para volver a incorporar los conceptos básicos de la siembra directa, implementación de la rotación de cultivos, el principio de los abonos verdes y la no remoción de suelos. En la ocasión expresó que las autoridades nacionales, departamentales y municipales del país aún no aprendieron la fi losofía del sistema conservacionista que se propone hace más de 30 años. “Ellos todavía siguen regalando a los productores rastras, rastrones, subsoladores, con lo que consiguen aumentar la pobreza del pequeño productor. Las autoridades todavía no entienden, pesar de que se les ha demostrado infi nitas veces cómo el pequeño productor tiene que salir de la pobreza. Mejorar la calidad del suelo es la única alternativa”, dijo. El programa ofreció experiencias de pequeños productores y comunidades, que salieron de la situación de pobreza con la implementación de un buen manejo del suelo. También tecnologías en la producción de abonos verdes, la integración de la agricultura con la ganadería, compactación de suelos y otros. El ingeniero agrónomo Martín Cubilla, coordinador del evento, expresó que el objetivo del Encuentro Nacional de Siembra Directa es la transferencia de tecnología y poner a disposición una fuente de capacitación constante. Para el desarrollo de este evento llegaron al país especialistas que aportaron las nuevas informaciones sobre el tema, en tecnologías y estudios. Además de la presencia de productores que implementan el sistema de siembra directa desde hace muchos años, quienes compartieron sus experiencias. “Está demostrado que los productores que practican la siembra directa tienen mejores resultados, rendimientos y mejor calidad de vida”, destacó.
Novedades para avanzar en SSD en Paraguay. Durante el transcurso del encuentro de capacitación el ingeniero agrónomo Rafael Fuentes, representante del Instituto Agronómico de Paraná (Iapar) de Londrina, Brasil anunció que la presidencia de la institución brasilera pone a disposición la posibilidad de establecer una cooperación con Fepasidias, para el mejoramiento en Paraguay en materia de semillas de abonos verdes para siembra de cobertura. Martín Cubilla expresó que para la federación es un honor contar con el apoyo de una institución prestigiosa como Ia
par, que cuenta con 46 años de investigación sobre abonos verdes. “Ahora vamos a reunirnos con la comisión directiva para ver lo que se puede hacer y cómo podemos avanzar respecto a semillas de abonos de verdes en Paraguay. Hay una necesidad de traer semillas puras de alta calidad para que los productores puedan producir semillas de abonos verdes”, expresó. Otra novedad que fue anunciada en la ocasión, tuvo como protagonista al doctor Ademir Calegari, investigador senior de Iapar y consultor internacional, quien anunció la firma de un convenio entre el Proyecto Suelo Vivo de Brasil y Fepasidias para la publicación en Paraguay del Manual Técnico de Plantas de Cobertura.
Experiencia de un productor de gran escala en siembra directa El ingeniero agrónomo Jonadan Ma, productor y presidente de la Federación Brasilera de Siembra Directa, cuenta con una experiencia de 35 años de producción bajo el sistema se siembra directa. Está al frente de la empresa familiar Araunah Farming, ubicada en Uberaba, Minas Gerais. Brasil. Durante su presentación, también destacó que el Sistema de Siembra Directa trasforma la vida de las personas. La empresa siembra unas 3.000 hectáreas por año, entre las zafras de verano e invierno. Tiene áreas de integración agrícola-pecuaria, de integración agrícola, pecuaria y forestal, además áreas destinadas a la producción de leche. Los principales cultivos de la firma agropecuaria son la soja, maíz, sorgo y avena. Además se dedica a la producción de semillas de TMG y Embrapa. Afi rmó que la producción se desarrolla mediante un sistema altamente intensivo, de bajo impacto ambiental, con una visión integrada de las actividades agricultura-pecuaria-forestal. Cuentan con cinco pilares importantes para tener una hacienda sustentable, desde los perímetros rompe vientos, plantación de árboles para silvicultura, reservas, sistemas agroforestales y la adecuación ambiental. Todos los establecimientos del grupo Araunah cuentan con Sistema de Plantío Directo.
Comentó que la buena fertilidad del suelo no es tener buenas características químicas, sino que es la capacidad que tiene el suelo de multiplicar la vida. En la zona donde está asentada la hacienda tienen un comportamiento promedio anual de 1.700 y 1.800 milímetros de agua. El objetivo es transformar el establecimiento en un ambiente sustentable para continuar multiplicando la vida en el suelo y los resultados productivos, económicos y físicos. La misión es transformar vidas mediante la producción de alientos y tecnologías, para proporcionar de manera sustentable en el tiempo una calidad de vida para las personas. En la oportunidad mencionó que participó en cuatro de las cinco revoluciones mundiales de la agricultura, a fi nales del siglo XIX la “Mecanización de la Agricultura Moderna”, en 1960 la “Revolución Vende” con el mejoramiento genético, en 1970 “El Sistema de Plantío Directo”, en 1980 la “Biotecnología” con OGM y en el siglo XXI la “Bioactivación de los sistemas de producción”. Afi rmó que la empresa tiene una historia de más de 45 años en Brasil. Comenzó a trabajar con el sistema de plantío directo, rotación de cultivos, hace unos 35 años. Comentó que tienen un dilema grande sobre la rotación de cultivos para zafriña. Dependiendo de cada año, realizan un 20 y 30% de rotación de cultivos. “Estamos ejecutando los tres principios de la rotación de cultivos, cobertura permanente del suelo y mínima remoción del suelo”, dijo. Entre algunas de las ventajas de uso de agroquímicos, el mejoramiento de la calidad del suelo y del sistema de producción destacó la bioactivación, el incremento de vida en el suelo y niveles de micorrizas. Se observa un sistema radicular robusto, equilibrado y fuerte. En cuanto a la biología del suelo, destacó a la integración de agricultura con lechería. El establecimiento produce el alimento para ganado y el ganado produce estiércol. Esto permite hacer un círculo virtuoso en la propiedad, bioactivando todo el sistema. Respecto al manejo de plagas y enfermedades, comentó que implementan un manejo integrado. “Hacemos un levantamiento de datos y monitoreo, riguroso y sistemático, a campo y en laboratorio, de manera a determinar las aplicaciones de fungicidas, herbicidas e insecticidas y para reducir el impacto ambiental”, expresó.
Programa de producción. El disertante explicó que el primer año entraron con Eucalipto, siembra de soja y siembra de cultivo de cobertura. En el segundo año, se realizó la siembra de maíz, consorciado con Brachiaria MG-5. En el año 3 se realizó pastaje. En el sexto año se realiza el corte del 50% del Eucalipto para producción de toras medianas de hasta 50 cm de diámetros. Y entre el séptimo y el décimo segundo año se realizó el corte del 50% de Eucalipto para producción de madera noble con 50 y 70 cm de diámetro. Al fi nalizar el año 12 se realiza el replantío de Eucalipto. Comentó que la mejor producción de maíz, se logró en las áreas de integración. Agregó que en el sistema de producción también se encuentra con algunos problemas, como la inestabilidad de la producción de cobertura, especies resistentes a glifosato, presencia de nuevas plagas y enfermedades. Además de la disponibilidad de cultivares e híbridos convencionales de soja y maíz, y la gestión permanente de costos de producción.
Desafíos. Jonadan Ma afirmó que los desafíos de la empresa familiar son lograr una mayor producción de rastrojos de calidad, mayor crecimiento de las raíces y aumento del tenor de la materia orgánica. Alcanzar mejores productividades con menores costos, la reducción de la dependencia del glifosato y la consolidación de la agricultura de bajo impacto.
Experiencias en asentamientos rurales
La siembra directa como instrumento de lucha contra la pobreza en asentamientos rurales fue el tema que presentó el ingeniero agrónomo Ken Moriya, director del Programa de Manejo de Suelos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en representación de Senen Samudio, agricultor de un asentamiento en confl icto en el Norte del país. En el transcurso de su exposición recordó que desde hace varios años el Norte del país atraviesa por numerosos problemas que generan la falta de seguridad. El gobierno viene ofreciendo servicios de apoyo, por el aumento del número de personas en situación de pobreza. Como parte de esta política se destinaron fondos, para preparación de suelos y siembra de cultivos. Se contrataron los servicios de la Ofi cina Internacional de Operaciones de Proyectos de las Naciones Unidas para la implementación de siembra de cultivos, para cosechar y dar vida a las comunidades, que por motivos de inseguridad no pueden producir alimentos. Recordó que en años anteriores, con fondos de la Itaipú Binancional y otras instituciones del Estado se ofrecían servicios de rastroneada, lo que causa la rotura de suelos, favorece los procesos erosivos y pérdidas de fertilidad. “Ante las innumerables críticas, por el actuar contradictorio, donde pregonamos una cosa y hacemos otra cosa, se buscaron mecanismos de acercamiento, con orientación y capacitación intensiva”, dijo. Por ello se reemplazó la donación de fondos por capacitación y la siembra directa como herramientas. Se realizó una licitación a nivel internacional y se utilizó como estrategia a las “Mujeres, las jefas de familia”. El 43% de los operarios de las licitaciones son mujeres tractoristas. De esta manera iniciaron los trabajos la aplicación de cal, siembra abono verde, bajo nivel de cobertura. Realizaron la siembra de maíz, utilizaron el residuo de maíz y sembraron soja por primera vez. En los comienzos los trabajos incluyeron a 700 familias, luego los buenos resultados motivaron a que se sumen más personas, hasta llegar a un total de 2.000 familias. En el año 2017 fueron benefi ciadas 6.500 familias, con 9.500 hectáreas sembradas, de las cuales 700 hectáreas están bajo siembra directa, el 43% de la participación es de mujeres y los ingresos generados fueron 4.714.017 dólares. Mencionó que el proyecto recibió un premio internacional, donde se destacó por el cambio del enfoque y la importante participación de las mujeres, donde se utilizó la siembra directa como instrumento. En cuanto a los resultados de rendimiento, afi rmó que alcanzaron rindes superiores al promedio nacional. En sé
samo lograron un promedio de 450 a 550 kilogramos por hectárea, en maíz 1.500 a 2.000 kilogramos por hectárea, algodón 2.400 kilogramos por hectárea y en soja 3.500 kilogramos por hectárea. Ken Moriya destacó que con este proyecto también comprobaron que si el Estado entrega el dinero, no hay retorno. Mediante el estudio de impacto económico que realizó las Naciones Unidas se comprobó que existe recuperación y circulación de dinero en aquellas comunidades. En el proyecto de “Mecanización Agrícola” del 2014 al 2018, hasta la fecha se realizó una inversión de 12.850.241 dólares, los ingresos fueron 17.447.140 dólares, un retorno de 1.35 veces. Se prevé una inversión total de 21.735.348 dólares y se estima que el ingreso llegará a 29.342.720 dólares. La mecanización de la agricultura familiar fase 5 (2018-2019) tiene el objetivo de alcanzar un 70% de siembra directa en unas 7000 hectáreas.
Experiencias de un pionero en siembra directa en la colonia Friesland
Las experiencias en siembra directa y sistema de integración agricultura y ganadería, resultaron el tema que abordó el productor pionero en siembra directa, en la colonia Friesland (San Pedro), Th eodor Pankratz. El disertante recordó que en el 1987 se inició el proyecto de desarrollo rural San Pedro Norte dirigido a los pequeños productores, porque la degradación de suelos se detectó como principal problema. En 1988, el ingeniero Rolf Derpsch vio la necesidad de incluir a los productores mecanizados en el sistema de recuperación de suelos. Y realizó las primeras visitas a la colonia en la búsqueda de productores que estén dispuestos a implementar un sistema distinto de producción, que representa la única alternativa para la recuperación de los suelos. Algunos productores se unieron al desafío de innovar. Ese mismo año se adquirió la primera sembradora de siembra directa con el apoyo de las autoridades de la cooperativa. Manifestó que así comenzó el camino hacia una agricultura sustentable en la colonia Friesland, con la implementación de los primeros sistemas de plantío directo con un total de ocho productores y alrededor de 50 hectáreas. Estos productores decidieron enfrentar el desafío de trabajar de una manera que aún desconocían, con el objetivo de alcanzar una mejor calidad de vida. Th eodor Pankratz comentó que en octubre de 1990 en su establecimiento se implementó la siembra directa en el 100% de la superficie, con el acompañamiento de su familia en las tareas del campo. “Tuvimos muchos errores y fracasos. Pero la mentalidad empezó a cambiar y no nos dimos por vencidos, seguimos probando y aumentando la superficie. Comenzaron a adherirse más productores. El constante acompañamiento de diferentes técnicos nos alentó a seguir adelante”, recordó. En el 1995 comenzó ofi cialmente los trabajos con los agricultores mecanizados. Con el apoyo de la GTZ, llegan más técnicos para aportar su grano de arena en la evolución del sistema. Expresó que los suelos del establecimiento se caracterizan por ser 85% arenoso en la superfi cie y en el subsuelo arcilloso. El área de pasturas también tiene las mismas características. Durante su presentación mostró varias imágenes de lo que fue el establecimiento antes de la implementación del sistema de siembra directa y después de la implementación. Comentó que trabajan en la producción de soja y maíz zafra, que siempre se siembra sobre un buen abono verde, como por ejemplo Nabo Forrajero en mezcla con avena. El maíz zafriña siempre con pastura Brachiaria ruziziensis. Mostró imágenes de áreas de siembra de nabo forrajero, avena negra y tres tipos diferentes de crotalaria, además de girasol y milleto. Manifestó que en el año 1995, durante una visita que realizaron a Brasil para reunirse con los pioneros en siembra directa de ese país y compartir experiencias. En el transcurso de esta visita llegaron al establecimiento de un productor, que desarrollaba la integración entre la agricultura y ganadería. “En esta visita quedé impactado con el trabajo. Y al volver a mi establecimiento comencé a hacer las primeras pruebas”, comentó. Destacó que con la aplicación del sistema rotativo, que desarrolla por un periodo de 14 años, en tres años de cultivo de soja, de los cuales dos años fueron de sequía y uno con sufi ciente humedad, el promedio fue de rendimiento fue de 4.000 kilogramos por hectárea. Explicó que la modalidad de trabajo fue la pastura y ganado por un periodo de dos años y medio, seguido por tres cultivos de verano con soja. La integración agrícola y ganadera se realiza con agricultura por dos años y medio, y pastura y ganado con una duración de dos años y medio. “Con la integración agricultura-ganadería logramos diversificar la producción y trabajar en un sistema mucho más eficiente. Es un sistema bastante fl exible, que permite adaptarnos a las condiciones del mercado y previsiones meteorológicas”, agregó. Concluyó que los resultados indican que el Sistema de Integración Agricultura Ganadería (SIAG) permite un aumento de la producción de granos y carne. Agregar valor al maíz con la posibilidad de convertirlo en carne. Una producción de forrajes de mejor calidad, reducción de plagas, enfermedades y plantas dañinas. Incremento de la infi ltración y retención de agua en el suelo sin el uso de subsolador mecánico. Mayor efi ciencia del uso de correctivos y fertilizantes, además de disponibilidad de fósforo en SIAG vs el sistema tradicional. Aumento de mano de obra y efi ciencia en el uso de los recursos.
Fitopatología en el sistema de siembra directa
El doctor Horacio López Nicora presentó un trabajo que llevó a cabo en la universidad de EE.UU, Th e Ohio State University. Se trata de la evolución de dos enfermedades importantes en el cultivo de soja en EE.UU, el Nematodo quiste de la soja (Heterodera glycines) y la Macrophomina phaseolina que causa la pudrición carbonosa del tallo, en zonas de Ohio, Illinois y otros estados de producción de soja. El objetivo del estudio fue analizar la interacción de los dos patógenos y determinar cómo afecta en el rendimiento de la planta. Explicó que en la primera etapa del trabajo se realizó un levantamiento de muestras de suelo en todo el estado de Ohio, se evaluó la distribución y abundancia del Nematodo quiste de la soja y M. phaseolina. Se identifi có que más del 80% de las muestras contenían Quiste de la soja, más del 95% M. phaseolina y más del 77% de las muestras contaban con los dos patógenos. Manifestó que alrededor del 75% de los productores de los campos infestados con el nematodo del quiste de la soja, desconocían la presencia de este patógeno en sus campos. La mayoría de los campos están bajo el sistema de siembra directa, pero también existen campos convencionales y de labranza mínima, considerados como conservacionistas. Predominaron los campos con rotación solo entre maíz y soja. En la segunda etapa del trabajo, se realizaron visitas a los campos comerciales de productores y una evaluación de los daños que causan ambos patógenos en la producción de soja. Se realizó la selección de campos con menor población de nematodo y del hongo, y de lugares de alta población de los dos patógenos. “Encontramos una interacción signifi cativa, al relacionar con el rendimiento de la soja”, dijo. La tercera etapa del trabajo se llevó a cabo en campos experimentales donde se efectuó la siembra de la soja, con variedades resistentes y susceptibles al Nematodo de quiste de la soja en campos altamente infestados. Posteriormente se realizó la evaluación de los efectos, en el rendimiento en kilogramos por hectárea, lo que se tradujo al precio de ese año, para hacer una estimación del impacto económico. “Ciertos campos con alta infestación del nematodo del Quiste de la soja pueden presentar de 15% a 30% de reducción del rendimiento sin síntomas visibles”, dijo. En la oportunidad el especialista manifestó que es importante realizar este estudio en las principales áreas de producción de Paraguay para identificar cuáles son los lugares de mayor presencia de estas enfermedades, cómo es el ciclo biológico y conocer cuánto se está perdiendo, de manera a generar datos locales. Además realizar recomendaciones de manejo para hacer frente a estos patógenos, en el caso de existan pérdidas.