La compañía Jacto cumple en el 2018 sus 70 años de vida, aniversario que se viene recordando a lo largo de toda esta temporada. Dentro de las festividades, se realizó la celebración central en un mega-festejo desarrollado en Marilia, São Paulo (Brasil), el sábado 18 de agosto. Estuvieron los principales directivos del grupo, además de invitados especiales, amigos, clientes, distribuidores, autoridades y prensa especializada de varios países en un encuentro internacional.
El mega encuentro fue realizado en el centro de eventos Espaço T! de Marilia y contó con más de 1.000 invitados entre distribuidores, familiares, amigos, directivos de bancos, personalidades del gobierno central, estadual y federal además de proveedores de todo el mundo. Fue una noche cargada de emoción, historia, sueños y enseñanzas compartidas desde el directorio central, gerentes de cargos administrativos y técnicos. De esta forma, Jacto realizó esta reunión para coronar el festejo de los 70 años con el slogan: “Tierra amada, corazón agradecido, inspira lo nuevo”. La conducción de la celebración estuvo a cargo de Alessandra Nishimura, representante del grupo, miembro de la tercera generación de la familia fundadora quien además de presentar los momentos artísticos fue la propulsora de preparar un libro de homenaje a la segunda generación y a sus familias, intitulado “Caminos y legados”, en donde se resalta el proceso de construcción de una empresa familiar ejemplar, desde los primeros pasos dados por los hermanos Nishimura hasta convertirse en un grupo exitoso. El evento estuvo cargado de emoción por los mensajes de los directores de las empresas que integran el Grupo Jacto, mensajes institucionales y la historia que fueron presentados a través de materiales audiovisuales. Así se pudo resaltar los 70 años de una historia rica en “pionerismo”, innovación y respeto a las personas y, principalmente, al agricultor. El desarrollo de la agricultura fue y sigue siendo el motivo por el cual la empresa trabaja incansablemente, produciendo las mejores soluciones para la protección de las labranzas, se resaltó. En otra oportunidad, se indicó para ese momento sobresaliente, se hizo esencial una reflexión sobre el futuro, sin dejar de lado el trípode que sustenta las actividades de la empresa: su historia, la actuación social y las constantes inversiones en innovación. El legado del fundador Shunji Nishimura es administrado por la segunda y tercera generación Nishimura integrada por sus hijos y nietos al frente del grupo Jacto, cuya presidencia del consejo directivo la ejerce Jorge Nishimura. El ejecutivo igualmente dejó un mensaje a los miembros de la tercera generación de la familia quienes no solo incursionan en el grupo, sino que algunos ya están integrando el directorio, sobre quienes quedó la organización integral de la celebración de los 70 años. “Preservar los atributos y la esencia que nos ha traído hasta aquí y construir un futuro con base en esos sólidos valores”, fue la refl exión dejada en la ocasión.
Compromiso, servicio y conocimiento. La historia de Jacto no solo es imitable como modelo, sino que tiene enseñanzas y motivaciones de superación de un emprendimiento que logró un recorrido hasta alcanzar niveles de éxito. Así, del modesto taller donde se veía el cartel “Se arregla todo” nació la empresa de Maquinaria Agrícola de Inyección, hoy es un grupo fuerte y consolidado, con presencia en los cinco continentes, fi el al compromiso de buscar y servir continuamente las mejores soluciones para el agricultor, con base en el conocimiento adquirido y compartido por sus especialistas. Los inicios de la historia se remota tanto en el tiempo como en la distancia, en aquel lejano 6 de febrero de 1932, cuando un joven Shunji Nishimura, con apenas 21 años zarpó del puerto de Kobe (Japón) a bordo del navío “Buenos Aires Maru”, con destino a Brasil, hasta donde llevó sus raíces japonesas con valores cristianos y occidentales incorporados. Así, desembarcó en el puerto de Santos, el 22 de marzo, portando como equipajes además de prendas personales, su conocimiento de técnico en mecánica, una Biblia y 100 dólares. De espíritu emprendedor, el joven Nishimura no se amilanó ante la adversidad, sino que buscaba siempre las oportunidades para progresar. Así, realizó tareas de cosecha de café, camarero y actuar como mecánico. Finalmente recaló en Pompéia, en el interior de São Paulo, y se encontró con un pequeño grupo de casas alrededor de la vía férrea, carente de todo tipo de negocio que la vida urbana se podía pedir. Allí, montó un pequeño taller, que creció y dio origen a la empresa. Fue así como para 1948, el inmigrante japonés fijó un cartel frente a su modesta ofi cina con la frase “Se Arregla todo”. Nació la empresa Máquinas Agrícolas Jacto, hoy un grupo fuerte y consolidado, con presencia en los cinco continentes y que en 2018 completa 70 años de una historia construida con el propósito de servir a las personas con las mejores soluciones, con base en el conocimiento adquirido y compartido por sus especialistas y con el compromiso en la atención y apoyo adecuado a las necesidades de sus clientes. A lo largo de su historia, ha dado origen a otras unidades de negocio, hoy reunidas en un grupo empresarial sólido y en constante crecimiento, según se supo. Al fi nal de la década de 1970, la compañía entró defi nitivamente en la historia de la cafi cultura brasileña al lanzar la primera cosechadora de café del mundo, la K3. Con el proyecto, que nació en el Departamento de Investigación y Desarrollo, que fue responsable de otros tantos proyectos y productos de la empresa a lo largo de estas décadas. Este año se registró otro hito importante para el grupo, con la inauguración de una planta fabril en la Argentina, que es uno de los principales mercados de Jacto. La empresa ya dispone de una estructura en el lugar hace 26 años, y para comenzar a producir en el país, la unidad está siendo ampliada. El parque fabril se encuentra casi en su totalidad en Pompéia, pero también tiene una planta en Tailandia. Actualmente, el Grupo Jacto cuenta con aproximadamente 3650 colaboradores. Desde el primer producto, un pulverizador de mochila, el emprendimiento se guía por la búsqueda de la excelencia y el compromiso de jamás abandonar el agricultor de la propia suerte, dando toda la asistencia que necesite. La inspiración para el nombre de la empresa vino de la imagen del rastro dejado en el aire por el producto lanzado por pulverizador, similar al que dejaban en el cielo los aviones a chorro, símbolos de un nuevo tiempo, de la rapidez, la fuerza y la modernidad. Nishimura siempre decía que “nadie crece solo”. De esta forma, la empresa sigue en la busca de un ambiente inspirador para las personas que trabajan o se relacionan con ella, e invierte para que tengan condiciones de realizar proyectos y alcanzar sus objetivos, tanto para sí mismas como para la empresa. Por eso Jacto comparte tus resultados con las comunidades donde está presente, por medio de la creación y mantenimiento de escuelas e institutos, en la búsqueda de un mayor y mejor desarrollo personal y profesional.
Mensajes y reflexiones
Fernando Gonçalves Neto, Presidente de Jacto División Agrícola. Hoy es un día muy especial para nosotros, un día de mucha alegría, muchos agradecimientos. Estamos celebrando 70 años y nuestro fundador nos enseñó que “Nadie crece solo”. Por eso quiero honrar y agradecer a los que nos ayudaron a llegar hasta aquí, a Dios, a la familia Nishimura por su perseverancia, el amor al trabajo, la fe de que vale la pena hacer lo mejor para el mundo. Agradecemos a todos los directivos y funcionarios de todas las empresas que integran el grupo, Jacto Agricola, Jacto Small Farm Solutions, Unipac, Jacto Clean, Rodojacto y Sintegra Surgical Sciences, integrada por 3000 colaboradores de Brasil y varios países entre ellos Argentina, EEUU., México, Colombia, Guatemala, Tailandia, entre otros. A lo largo de nuestra historia han pasado por la empresa más de 20.000 funcionarios que han hecho nuestra historia y han contribuido para los logros que tenemos hasta hoy, que abrieron los caminos por donde hoy nosotros estamos transitando. A nuestros distribuidores de las diferentes regiones que nosotros actuamos. Ustedes hacen la diferencia que nosotros tenemos. Ustedes son la extensión de nuestra casa y cuando hablamos de “Con Jacto cliente feliz” es porque contamos con ustedes para hacer realidad y poder estrechar las manos de ellos. Hoy estamos aquí representados por 41 países, agradecemos principalmente a los agricultores que son la razón de nuestra existencia. Llegamos a 70 años con una imagen fuerte y respetada y ahora queremos seguir creciendo y llegar a los 100 años y para llegar tenemos que comenzar hoy y tenemos el gran desafío de hacer lo mejor en los próximos casi 11.000 días y para llegar tenemos que tener agilidad, fl exibilidad y al mismo tiempo fi rmeza, abrazar la digitalización de nuestras actividades, industria, renovar y aumentar el portafolio de productos y servicios, tenemos que invertir en la personas, construir más pacerías y un ecosistema más fuerte, innovar y reinventarnos. Tenemos el compromiso de dar lo mejor de cada uno de nosotros y estamos convencidos que nuestra contribución es trabajar duro, invertir en el negocio, invertir en la educación de niños y jóvenes cultivando personas y principalmente ayudar a todos nuestros clientes a tener suceso, nuestra forma de contribuir es dar el mejor ejemplo a ser seguido.
Stefan Dyo Nishimura, representante del grupo Jacto, miembro de la tercera generación de la familia Nishimura, director editorial del libro K-3 y del libro “Caminos y legados”. Cuando empezamos a organizar la celebración de los 70 años lo primero que trabajamos fue el sello conmemorativo (haikai, poema japonés) “Tierra amada, corazón agradecido, inspira lo nuevo”. Así, Tierra amada: es el elemento de la naturaleza de donde parte el haikai. Elemento concreto, donde se desarrolla la vida vegetal y la actividad de la agricultura para la que se destinan los productos que dieron inicio al Grupo Jacto. Tierra es también nuestro planeta. Nuestro lugar en la vastedad del universo. Tierra amada por los agricultores. La tierra amada, en este caso, es también la patria madre, que recibe el inmigrante Shunji Nishimura, la persona física y sus sueños. La patria amada que él también amó y a quien fue agradecido. También el suelo fértil y seguro donde están clavadas las raíces de la Jacto. Corazón agradecido: es una estrofa formada por dos palabras muy ligadas a la trayectoria de Shunji Nishimura y de Jacto. Corazón es el lugar del amor, mayor sentimiento. Amor a Brasil, a la tierra amada, que recibió nuestro fundador. Amor al trabajo, amor al nuevo, amor a las personas (clientes, colaboradores, comunidad). Fue un corazón agradecido que movió a Nishimura a retribuir todo lo que recibió, creando su fundación. En el presente, la frase en el presente muestra que esos sentimientos fueron transmitidos y permean la actuación del Grupo. Es un corazón agradecido que lleva a las empresas a hacer más de lo que mandan las leyes. Quien hace por amor, no hace por obligación, sino por gratitud. Inspira lo nuevo: desde el nombre, inspirado por el rastro dejado en el cielo por los aviones a reacción, símbolo de modernidad. Cuando surgió, siempre inspiró la trayectoria del Grupo Jacto. Los pies siempre estuvieron en la tierra fi rme, pero las cabezas siempre fueron movidas por la búsqueda de lo nuevo. Por eso la innovación es una marca característica impresa en el ADN. Este espíritu innovador puede ser visto en la creación de nuevos productos, con nuevas soluciones, en nuevos negocios, nuevas formas y sistemas de administración. Se puede ver también en la estructuración del modelo que hizo que la familia Nishimura referencia nacional de gobierno en la empresa familiar. En el momento en que la tercera generación ya asume la línea de frente y la segunda generación garantiza la retaguardia, la nueva una vez más está presente. Es el ciclo de la vida. Además del sello conmemorativo preparamos un libro conmemorativo contando la historia de la cosechadora de café K-3. Jacto tiene un aprecio especial por el café para nosotros represente la brasilidad y la recepción porque e Brasilero toma café siempre en compañía de amigos, nuestro café tiene también para nosotros una leyenda muy importante porque representa el marco de la trayectoria de la empresa. La cosechadora de café K-3 no solo trajo innovaciones muy valiosas para el país sino que posibilito que hoy tengamos una grancafécultura mundial. Es por eso que este año decidimos contar la historia de la K-3 en forma de libro, toda la historia, para dar vida de estas páginas escribimos y editamos un libro técnico, un libro científico. Está organizado en cada página en forma de pequeños cuentos. Cada cuento relata una perspectiva diferente de este gran proyecto. Tenemos también un cuento del punto de vista del mercado, los clientes contando el impacto que tuvo esta máquina en la cafécultura brasileña y en la vida de quien produce el café.
Alessandra Nishimura, representante del Grupo Jacto, coordinadora del evento de celebración de los 70 años. Llegar a los 70 años fue gracias a todo el trabajo realizado por mi abuelo desde 1948 y luego apoyado por sus hijos. Juntos recorrieron varios años hasta aquí. En 1980, con 70 años de edad decide dejar el liderazgo de los negocios y dedicarse a retribuir a Brasil a través de alguna forma todo lo recibido. Crea la fundación y forma hombres para la agricultura. Pasa a formar parte de la conducción de la empresa la segunda generación, hasta el 2017. A partir de ahí hasta hoy por el liderazgo de ejecutivos no familiares. Todo hace parte a la evolución y la sucesión. Hoy la segunda y tercera generaciones actúan juntos en las decisiones del consejo administrativo, con la decisión de tener una empresa familiar fuerte con miembros fuertes. Muchas personas hablan de mi abuelo y para quien lo conoció a él es fácil porque él es un sol. Él era un hombre simple y por eso a las personas les es fácil hablar de él. Las personas no hablan mucho de la segunda generación además de que ellos son cinco. Desde 1980 a 2017 fue liderado por los hermanos. Cada uno, con su contribución para llevar adelante una empresa por generaciones, es necesario ser una familia empresaria y construir el liderazgo corporativo, familiar y emocional. La familia realizó un pacto de unión. Ellos son al mismo tiempo parecidos y diferentes. Los valores son iguales pero la manera de hacer las cosas son totalmente diferentes. Mi abuela escribía una pequeña poesía sobre cada uno de ellos y yo a veces pienso si será que ella ya preveía como serian ellos en un futuro. La tercera generación está agradecida con el aprendizaje y por las herramientas que nos transfi eren para crecer en conocimiento y la mayor enseñanza de buscar a Dios en todo lo que hacemos. El crecimiento llevó a la tercera generación de los Nishimura a participar a partir del año 2013, en la elaboración del nuevo acuerdo de accionistas para pasar a un acuerdo socio-familiar. Buscamos en este delineamiento fortalecernos como sociedad y como familia para construir una empresa profesional “Una empresa fuerte, con familia fuerte”.
Jorge Nishimura, presidente del Grupo Jacto. Estamos compartiendo este día histórico para nosotros con personas muy queridas de lugares distantes de Brasil, personas que vinieron de 41 diferentes naciones del mundo. Intentamos dejar las cosas rodando como lo hacen los equilibristas de platos. A veces también pudimos haber dejado caer alguno, porque no somos perfectos, pero intentamos siempre hacer lo mejor. Llegamos a este punto de nuestras vidas viendo que las cosas caminan bien dentro de una regularidad y mirando el futuro con mucho optimismo. Mantenemos principalmente nuestro corazón agradecido y con esperanzas. A lo largo de nuestra facturación empresarial hemos tenido subidas y bajadas y mi padre decía “Las ventas suben, las ventas bajan y después vuelve a subir”. Ahí comprendí que pese a que el mundo tiene oscilaciones nos tenemos que preparar para cuando el mundo pase por crisis y nosotros tengamos las reservas fi nancieras y así ha sido Jacto. Hemos pasado por algunas crisis con cierta serenidad porque tenemos colchón para poder soportar los momentos parados o con cambios bruscos. Eso también nos permitió que, pese a momentos difíciles, nunca dejamos de desarrollar nuevos productos y nunca dejamos de buscar innovar. Es lo que ha ayudado a nuestra empresa en su estabilidad en los últimos 10 años. Un profesor japonés inspiro a mi padre con una frase “Mas que café, cultive hombres”. Esta es nuestra propuesta y nuestro compromiso con las personas, su lugar, sus negocios y el bien común. Creando raíces y nutriendo lazos, valorizando ideas y soluciones que conduzcan a un futuro mejor, basado en la creencia de que la ingeniería es la mejor herramienta para enfrentar con objetividad y creatividad cual fuera el área de acción que nos toque trabajar. A lo largo de nuestra historia pasamos por muchas transformaciones. En 1982, introducimos el “sistema japonés” (conocido como “Sistema Toyota”) que se denominó desperdicio cero. La principal idea de este sistema fue mirar al hombre de forma integral (conocer/ estimular/inspirar). Este cambio ayudó mucho al desarrollo de nuestros negocios. Ahora estamos desarrollando otro sistema, el de transferir el conocimiento al alumno. Es un proyecto que estamos llevando a cabo en Pompéia y estamos muy satisfechos con los logros hasta la fecha. La decisión de mi padre de tener la Fundación como un gesto de agradecimiento de este país fue un acto muy importante para toda la familia. Estamos felices de poder dar a la sociedad donde vivimos una oportunidad mejor.