Editorial

18/09/2020

Retornan precios alentadores para arroceros

Tras varios años, se perfila un panorama alentador para el productor de arroz en materia de precios por el cereal, por los movimientos de demanda en el mercado, según anticipó Héctor Ramírez, referente del sector. También se reconoció que en las últimas temporadas hubo adelanto en la siembra, por lo que se debe tener en cuenta algunas recomendaciones para escapar de eventuales temperaturas bajas u ocurrencias de heladas.

 

 

 

 

 

 

 

Héctor Ramírez.

El escenario se presenta bastante alentador para los productores de cara a la siembra de la temporada 2020 – 2021, recalcó Ramírez, hoy más en el rol de agricultor que de consultor, preparándose para la campaña arrocera. “Siempre encontramos perspectivas de la zafra con relación a lo que pasamos en el anterior y teniendo en cuenta dos factores: la producción y la comercialización. En los últimos años hemos tenido muy buena producción, mientras hemos tenido precios muy deprimidos”, recordó. No obstante, las piezas en el tablero arrocero parecieran estar ubicadas de manera que retorne la alegría a los rostros de los agricultores. “Felizmente tras cerrar la zafra pasada, estamos iniciando una nueva con precios alentadores. Después de mucho tiempo, hemos alcanzado los niveles que actualmente se están comercializando. Es un aliciente muy grande para esta zafra”, sostuvo. Esta variación favorable se estaría dando por un movimiento de la demanda en el mercado internacional.
“El precio subió porque faltó arroz fuera de la región, por ejemplo Estados Unidos tampoco cubrió todas las necesidades de Centroamérica o Brasil, principalmente, exportó mucho con precios alentadores para ellos, pero que, al sacar mucho arroz, se verán obligados a importar”. Recordó que, como el comercio es libre y cada uno puede vender o comprar según sus posibilidades de negocios, el gigante suramericano, uno de los principales compradores del cereal paraguayo, buscará no desabastecerse.

 

 

 

 

 

 

Hace tanto tiempo
Al momento de la entrevista, Ramírez comentó que la cotización rondaba por arriba de 280 dólares por tonelada en el mercado comprador. “El año pasado, a esta altura, estábamos en 180 o 190 dólares por tonelada. No superaba el nivel actual que, por lo menos representa una diferencia de 100 dólares más por tonelada. Con esto, cambió todo el panorama del sector arrocero. ¿Después de cuánto?, no recuerdo. Fue hace tanto tiempo (risas) que no se tenían estos precios”, expuso alegremente.
Explicó que el agricultor entiende que la actividad pasa por fases favorables o no. “Los precios son cíclicos, pero en el caso del arroz venimos de un periodo de ciclo más largo. Es la etapa más larga que tuvimos en los últimos años para poder recuperar los valores. Si no llegamos a 300 dólares por tonelada de cáscara, vamos a estar por lo menos arañando”, expuso al reiterar que se vio correr mucha agua debajo del río antes que la cotización se torne de vuelta atractiva al arrocero.
Reconoció que no tiene actualizada la intención de siembra para la próxima temporada. “Desde el sector de la producción lo que uno maneja con comentarios es que podríamos estar entre 165 o 170 mil hectáreas bajo cultivo. Capaz, no tengo certeza, pero la superficie estaría creciendo un poco, porque se venían registrando nuevas áreas que podrían aumentar la cobertura. Además, siempre por comentarios, en algunos lugares ya arrancó la siembra, sobre todo por parte de las empresas”. 

Clima permisivo para anticipos
En este aspecto expuso que en Paraguay, en los últimos tiempos, se antepuso la siembra. “Se adelantó y por varias razones. No tanto porque le ‘guste’ a la planta, sino por la necesidad del productor de abrir más la ventana de cultivo, de cosecha. Y en cierta forma el clima también permitió hacer eso”, admitió, aunque adelantó que no se deben descartar nuevas ocurrencias de temperaturas bajas e, incluso, casos de heladas que puedan afectar a las plantas.“Para este año están pronosticando todavía días con temperaturas más bajas de lo que ya tuvimos. Hasta el año pasado, se podía adelantar la siembra porque en cierta forma era inusual que se registren temperaturas bajas, pero no se debe olvidar que estamos dentro del periodo de invierno, por lo que si ocurre algo de esto no debería ser sorpresa”, advirtió. Recordó, entre las sugerencias, la importancia de tomar los recaudos en el caso que se desee sembrar arroz antes que lo recomendado.
“Si vamos a ir por lo que la planta gusta, por el cultivo del arroz, el factor climático en donde mejor se adapta es el cálido y húmedo. Si bien, por la misma necesidad de la producción, se ha ido buscando un ambiente diferente a lo tradicional, porque las condiciones climáticas aparecían como invierno sin temperaturas bajas, mismo al final del invierno, nos hemos adelantado muchísimo, pero hay un aspecto que siempre tengo en consideración, el pronóstico climático”, alertó.
En este punto, subrayó que “este año se viene seco, no hay todavía un pronóstico firme que va a ser seco o lluvioso. Si se habla de un ‘Niño’, se pueden esperar temperaturas más altas. Tengo en cuenta eso y, aunque podría haber iniciado la siembra a inicios de agosto en el Chaco, considero mejor esperar cómo trascurre el tiempo para iniciar después de este periodo de frío pronosticado”, compartió. Por ello no tiene claro cuándo arrancaría la siembra en la región Occidental.
La intención es ver cómo se comporta el clima en la última parte del mes para tomar la decisión de entrar a sembrar en los campos chaqueños. Es de recordar que se trata del empredimiento “Arrozales del Chaco”, que alcanzó el año pasado una cobertura de 4 mil hectáreas. La meta de la próxima zafra es aumentar para lo cual se están preparando unas 5 mil hectáreas. “La idea era llegar a 6 mil hectáreas, pero consideramos mejor dedicarnos a reestructurar la parcela”, manifestó.
Amplió este concepto al recordar que muchas veces la gente tiende a realizar las proyecciones sin tener en cuenta algunos aspectos. “Una debilidad que como sector tenemos es que no se atienden detalles como las estructuras físicas. Decidimos reorganizar el proyecto y quedarnos en 5 mil hectáreas, para no tener inconvenientes con los drenajes, los riegos, etc. Optamos por cuidar eso, por lo que antes que aumentar por aumentar, este año nos dedicamos a mejorar más la estructura del campo”.
De las perspectivas de rendimiento, dijo que es difícil determinar. “Varía tanto no solo entre establecimientos, sino dentro mismo de una propiedad. En el Chaco tuvimos más de 10 toneladas de arroz seco por hectárea, pero también hubo de 6,6 o 6,8 toneladas. Podríamos hablar de un promedio de 8 toneladas por hectárea, pero la variación es amplia, podría fácilmente duplicar entre lo obtenido en el mínimo y en el máximo. Por eso es necesario corregir por lo mencionado antes, lo de la estructura del campo”. 

 

 

 

 

 

 

Seguir en la línea
Ramírez igualmente destacó que el potencial arrocero paraguayo goza de buena salud, por lo que en lo posible debe seguir en la misma línea para mayores logros. Reconoció que el tema de precios es un gran incentivo y que pese a medidas económicas como la devaluación de la moneda brasileña, el vecino país demandará materia prima para cubrir sus necesidades, al avanzar mucho en las exportaciones fuera de la región. “Paraguay está muy bien dotado de técnicos, de conocimientos, de equipamientos. Es lo que caracteriza a Paraguay. Ofrece cultivos nuevos de nivel, emplea maquinarias de última generación, muchos técnicos que acompañan a todo el sector de la producción se han capacitado. No existe, prácticamente, arrocero que no esté asesorado por algún técnico, además de una industria que es un modelo que tenemos. Siempre insisto en que debemos hacer un poco más de marketing”, recalcó. Así, citó el sistema de producción, el buen acompañamiento, la trazabilidad desde el campo a la industria. “Es muy importante que se hable más sobre esto. Que sigamos en esa línea y que todo lo que se pueda mejorar, hacerlo. Seguir en ese ritmo de dedicación para mejorar nuestros productos. Este año, todos los arroceros debemos poner la atención plena a nuestros cultivos para conseguir buenos rendimientos y, con un buen precio, cerrar con una buena renta como hace tiempo no tenemos”, concluyó.