Notas Técnicas

05/02/2021

CLAVES PARA GANARLE AL COGOLLERO

Desde AAPRESID difundieron algunos consejos de manejo para prevenir uno de los mayores dolores de cabeza para los productores que sembraron maíz.

En la búsqueda de mayor estabilidad las siembras tardías de maíz fueron adquiriendo importancia, pero son el escenario perfecto para el ataque de Spodoptera frugiperda o Cogollero. El ultimo relevamiento de la Rem Aapresid revela que más de un 75% de la superficie sembrada en el país con maíz tardío fue tratada para esta plaga en 2019/20, siendo este porcentaje más elevado en el norte del país. También se evidencia un aumento en el uso de la tecnología Vip como practica de manejo de la plaga.

El manejo empieza antes de la implantación: si bien las 2 principales herramientas con las que contamos son la biotecnología y los insecticidas, la rotación de cultivos, manejo de rastrojos y de malezas son tácticas a prever, ya que el ataque de cogollero está influido por factores como antecesor, manejo del barbecho, presencia de malezas y fecha de siembra. El control de malezas es clave ya que actúan como hospedantes de la plaga hasta estadios larvales avanzados, que al pasar al cultivo ya no podrán ser controlados por tecnologías Bt.

Conocer al enemigo: cogollero deposita los huevos en grupos en el envés de las hojas cubiertos por pelos y escamas. Las larvas tienen cabeza grande; son blanquecinas con cabeza negra al nacer, luego pasan a verde claro y, más tarde, a castaño. Del tercer estadio en adelante la cabeza tiene tonalidad acaramelada con tres líneas longitudinales amarillentas en el dorso. Las larvas de últimos estadios tienen la cabeza negra o parda con una sutura blanca en forma de “Y” invertida y presentan cuatro puntos negros que forman un trapecio en cada segmento del dorso. En los laterales tienen una banda ancha oscura seguida de una clara.

Monitorear: previo a la siembra, identificar áreas enmalezadas que puedan actuar como reservorio. Deberá monitorearse desde pre-siembra hasta madurez fisiológica cada 7 días como mínimo. En condiciones de altas temperaturas y presión de plaga se recomienda monitorear cada 4-5 días. En cada visita realizar 5 estaciones de muestreo distribuidas en forma de X cada 60 ha de igual manejo. Revisar al menos 50 plantas continuas en cada estación, registrando incidencia y severidad. Cuando se siembren maíces Bt, monitorear separadamente el refugio y la porción Bt.

Aplicar el insecticida antes de que la larva entre al cogollo: el momento óptimo de control es cuando las hojas presentan lesiones de menos de 1,3 cm sin perforaciones de membrana y se ven larvas sobre las hojas. Cogollos con orificios y presencia de aserrín son sinónimo de que la larva ya ingresó a la planta y es demasiado tarde.

Los criterios de decisión son diferentes según se trate de refugio o maíz Bt. En un refugio y/o maíz convencional se tratará cuando el 20 % de plantas tenga daño grado 3 (escala de Davis) usando productos de baja persistencia y con un máximo de dos aplicaciones hasta V8.

En híbridos Bt se aplicará cuando haya un 10-20% de plantas con daño grado 3 utilizando productos de mayor persistencia y selectivos. Se recomienda rotar modos de acción entre ventanas de aplicación. Cada ventana dura 30 días y equivale a una generación de la plaga.

Existen diferentes grupos insecticidas registrados , con diferente rapidez de acción y persistencia: IGR, Diamidas, Spinosinas, Piretroides, Pirroles, Neonicotinoide+Piretroide y Avermectina+IGR. No deben usarse insecticidas a base de Bacillus thuringiensis en el refugio o el maíz Bt.

Los curasemillas garantizan un buen arranque del cultivo y demoran la primera aplicación. Ensayos de la REM en Bandera, demuestran que el curasemilla permitió demorar la aplicación foliar de V3 a V6.

Lograr aplicaciones de calidad: el uso de aditivos, las condiciones de temperaturas y humedad son clave para llegar a cada punto de la hoja. Las aplicaciones nocturnas ? y no más allá de las 00:00 hs ? permiten provechar el momento de mayor movilidad de la plaga.

Cuidar los eventos biotecnológicos: dada la movilidad de esta plaga se recomienda el uso de refugios ‘estructurados’ en el 10% del área sembrada a no más de 1.500 mts con un híbrido no Bt de ciclo similar e igual manejo agronómico.

Fuente: Agromeat.