Las autoridades locales decidieron limitar las actividades ante la expansión del Covid-19 a nivel mundial. Los efectos –que siguen todavía su evolución- van más allá de la cuestión sanitaria y deja secuelas en la educación, en la economía y en la sociedad toda. En tanto, el campo no para y, según expertos, representa una pieza clave para que la rueda productiva siga girando. A la par, varias empresas y organizaciones no solamente se adecuan a los tiempos actuales sino que también ofrecen, una vez más, su lado solidario, con varias campañas a favor de los más necesitados.
Si bien, lo que parecía un problema lejano, no solo por el origen identificado de los primeros casos en China, reportándose de manera oficial a finales del 2019, sino también por otras preocupaciones sanitarias internas, como por ejemplo el combate al Dengue, terminó constituyendo una preocupación mundial que, al cierre de nuestra edición, se aproximó al millón de casos contagiados y unas 50 mil pérdidas humadas, sobre todo en los países del Hemisferio Norte, en transición del invierno a la primavera.
Para el caso paraguayo, cronológicamente, el primer reporte oficial confirmado fue el 7 de marzo. Ante la inquietud de la ciudadanía, el gobierno decidió suspender las clases y varias actividades que suponían aglomeración de personas, el 10 de marzo. En principio se habló de una medida por quince días. Sin embargo, ante el temor de un masivo contagio, se endurecieron las disposiciones con el cierre de fronteras y la restricción de horarios para la circulación, entre otras. Incluso, anticipándose a varios países, lo que fue resaltado por propios y extraños.
Mientras la sociedad toda se alistaba para retornar a sus actividades, el 20 de marzo se oficializó el primer fallecido en el país. Este lamentable hecho y otros sucesos derivaron en decretar la cuarentena total hasta el 12 de abril, sin flexibilizar las medidas, salvo algunas excepciones dispuestas para casos específicos, por la naturaleza de las tareas. En medio de toda esta batería de acontecimientos negativos, el mes terminaría con un dato alentador, el registro del primer paciente recuperado, el 26 de marzo.
Golpe virulento
Es difícil determinar el impacto negativo de esta pandemia, sobre todo porque fue más rápida su expansión que su evolución cronológica desde su aparición oficial. Por ello, siguen los embates. No obstante, en materia de producción, el campo no escapó de los perjuicios. Al ser China el origen atribuido de la pandemia también golpeó a toda la economía global, atendiendo lo que representa el Gigante asiático para los mercados.
Algunos commodities sintieron los efectos y se vieron reflejados en sus cotizaciones. En ese sentido, en la primera quincena de enero, se hablaba, para el caso de la soja, de unos 340 dólares la tonelada. Dos meses después cayó, por lo menos 30 puntos. La Unión Europea, en donde hoy por hoy varios de sus integrantes lideran lamentablemente el ranking de fallecidos por el Covid-19 restringieron varias importaciones. Entre ellas, las cárnicas, afectando envíos paraguayos.
La medida entraría a regir del 1 de abril, según informaron las autoridades veterinarias y alcanzaría a aquellas carnes provenientes de vacas y vaquillas. En tanto, internamente las disposiciones incluyeron suspensión temporal de faena de bovinos de esas categorías, con destino al bloque comunitario. En cuanto al aspecto económico, la comercialización del ganado en pie también se ve afectada por las acciones tomadas por el Gobierno para contrarrestar la propagación del virus Covid-19.
Las plazas feriantes encaran de diversas maneras esta coyuntura. Algunas desarrollan la compraventa de hacienda a través de sistemas por pantalla, televisadas o por internet, otras ajustaron atenciones al púbico con modificaciones en el horario habitual. De igual forma, consideraron que son actividades exceptuadas de las restricciones por vincularse con la producción, la distribución y la comercialización agropecuaria y las ferias de consumo siguen, pero con personal reducido.
La preocupación de los ganaderos igualmente tiene que ver para el caso del comercio directo de hacienda a frigoríficos. Las redes sociales fueron las elegidas por algunos productores para dar a conocer sus inquietudes. Así, se señaló que, mientras el productor recibió menos paga por kg de animal vendido, los precios al consumidor se mantuvieron intactos. Incluso en determinados casos se resaltó que hubo mejor cotización en las partidas exportadas de carne, sobre todo al comparar el bimestre inicial con anteriores años.
Por el lado de los frigoríficos, hubo anuncios de disminución de tareas y otros no descartaron suspender directamente sus actividades por este tiempo. Aquellos que todavía siguen operando, estarían manteniendo un régimen de lista de espera que, en algunos casos, llegan a 20 o más días, en donde el ganadero debe buscar la forma de mantener su hacienda de la mejor manera para no recibir castigos en el precio final. Una de las medidas sugeridas por ganaderos fue analizar la posibilidad de exportar animales en pie.
Las empresas exportadoras de sésamos igualmente advirtieron el estancamiento de los mercados. En tanto, las que comercializan soja y otros granos, además de los problemas de la pandemia, también deben sortear otros problemas. Entre estos, la bajante de ríos o la devaluación del real, que comprometen el normal desalijo de la producción acordada para el exterior. La provisión de algunos rubros como hortalizas se dificultó con el cierre de fronteras y esto disparó los precios en algunos centros de abastecimiento.
Esto derivó en que las autoridades del ramo salieran a pretender contrarrestar esa situación, de manera a garantizar la oferta para cubrir la demanda y, por el otro lado, a evitar a inescrupulosos sacar ventaja de la coyuntura. Por si fuera poco, en algunas instituciones, los casos de personal afectado por Dengue redujeron igualmente la cobertura del 100% en las tareas. El sector lechero igualmente resintió los efectos. Solo a nivel internacional se habla de una caída del 15% de los precios.
Siguiendo con los golpes de esta pandemia a nivel local, en materia de eventos supuso la suspensión de varias actividades por aglutinar a la gente. Todo ello, sin olvidar a sectores como gastronómicos, comerciales como shoppings o de entretenimiento como cines, teatros, espectáculos artísticos o deportivos, que fueron algunos de los más visibles por el impacto. A esto se sumaron otras propuestas anuales que debieron posponer o incluso cancelar su edición prevista para el 2020.
Entre estos, uno de los eventos de mayor cantidad de público, la Expoferia Internacional, desarrollada anualmente cada julio, en Mariano Roque Alonso. Pero también hubo interrupciones en otras muestras. Una de las primeras fue la Expo Canindeyú, prevista para abril, seguida por la Expo Santa Rita y por Expo Misiones, en principio para mayo. Se sumaron la Feria Agropecuaria Innovar, de Yguazú, que incluso ya había modificado su fecha inicial antes de la cuarentena total, y la Expo Cadam de Encarnación.
Además de las exposiciones regionales y la internacional de julio, varias empresas tenían previsto realizar lanzamientos de productos, equipos y servicios. Todo eso o fue suspendido o reprogramado. Congresos como la convención internacional de soja, “Soy Sur”, prevista igualmente para julio, igualmente debieron ser postergadas, así como las muestras nacionales de algunas asociaciones de criadores de razas, entre ellas Braford y Brangus o incluso el Mundial Brahman, que eligió a Paraguay como sede para el 2020.
A toda acción, una reacción
Pese al cuadro adverso, hubo varias medidas adoptadas para mitigar y contrarrestar los efectos del Coronavirus a nivel país. Ya se mencionaron las disposiciones del Gobierno para evitar un mayor contagio o por lo menos “aplanar la curva” como sugieren los entendidos al abordar la posibilidad de evitar grandes concentraciones de casos en poco tiempo. Una de las garantías que ofrecieron las autoridades fue el funcionamiento del Estado, dentro de esta situación de emergencia.
Hubo propuestas del Ejecutivo para acceder a líneas de crédito internacional por unos 1.600 millones de dólares, que en sesiones maratónicas tuvieron el respaldo del Legislativo. Se anticiparon medidas como subsidios a familias más vulnerables o a seguir con la merienda escolar en algunos establecimientos educativos, siendo el principal foco de fortalecimiento de recursos el ámbito de la salud, que incluso se dispuso de la construcción de nuevos centros de atención. Además, algunos clubes pusieron a disposición sus instalaciones para albergues o centros de atención.
Algunas medidas de las instituciones públicas incluyeron, el traslado de vencimiento de impuestos por parte de la Subsecretaría de Tributación; la Marina Mercante implementó medidas excepcionales por 90 días para garantizar la tarea fluvial; el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones anunció que seguiría con obras a nivel nacional; las directrices de protección laboral desde el Instituto de Previsión Social y del Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social o lo ya comentado del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El sector financiero igualmente tomó varias disposiciones. Por el lado de las entidades públicas, el Banco Central del Paraguay (BCP) anunció baja de tasa de interés para dinamizar el mercado local, el Banco Nacional de Fomento (BNF) recibió varias solicitudes de préstamo tanto de pequeñas y medianas empresas (pymes) como de grandes firmas para el pago de salarios y la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) anunció productos para refinanciar préstamos de bancos, financieras y cooperativas.
Una de las entidades vinculadas a la actividad productiva más tradicional, sobre todo del pequeño productor, el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), anunció la postergación de créditos por noventa días. Mientras que por el lado de los privados, varios bancos, financieras y cooperativas igualmente anunciaron otras medidas. En ese sentido, la Asociación de Bancos del Paraguay emitió un comunicado por el cual anunció ofrecer la opción a sus clientes individuales, mipymes y pymes, la prórroga de cuotas por los siguientes tres meses, por citar algunas de las medidas.
Todo esto y más con un dato no menor que tiene que ver con el concepto que se tiene del país y su expectativa de crecimiento económico por organismos multilaterales o internacionales. En ese sentido, algunas de estas organizaciones acompañaron las medidas oficiales, según difundieron varios medios y la agencia oficial de noticias IP Paraguay. Entre aquellas están el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Estas organizaciones internacionales apoyaron las medidas tempranas implementadas por las autoridades ante la emergencia desatada por el Covid-19, según se informó. A este coro, unió su voz la secretaría ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que calificó al país como uno de los que están trabajando con más fuerza a nivel regional para la contención del coronavirus. Mientras que a nivel nacional se resaltó la estabilidad macroeconómica de los últimos años como factor de apoyo a las empresas.
El campo, motor económico, esperanzador y solidario
Dentro de todas las reacciones para superar la crisis, merecen capítulo aparte aquellas vinculadas a la actividad productiva. Ante la adversidad, varias empresas decidieron no parar y seguir produciendo, con el adicional de trasmitir un mensaje positivo en todas sus iniciativas. Se pueden citar a la Unión de Gremios de la Producción (UGP), de la Unión de Empresas Agropecuarias (UEA) y de la Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales del Paraguay (APS).
En un mensaje en conjunto destacaron que “el campo late con el compromiso de seguir alimentando a la población, por eso toda la cadena de valor sigue trabajando en este momento desafiante. Desde la planificación y la producción, a la industrialización, ponemos todo nuestro esfuerzo para que no falte el alimento en los hogares paraguayos”. Pero no solo las organizaciones, también las empresas buscan trasmitir el efecto de un país que no se detiene por un sector que sigue activando.
Se pueden citar empresas como Somax, que indicó estar a disposición de los productores para su trabajo cotidiano, en modalidad “Home office” y plataformas disponibles en las redes sociales. En tanto, Tecnomyl aprovechó para invitar a emplear la tecnología de comunicaciones para seguir capacitando de manera virtual. Bajo el lema: “Porque el campo no descansa”, Rainbow difundió medidas implementadas por la firma y Cotripar instó a superar desafíos, algo no desconocido para el trabajo diario del agro.
Estas y otras empresas más instaron a las personas que tengan restricciones a cumplir con las disposiciones, mientras el campo cumple con su rol de generar riqueza, alimentos y ser uno de los pilares para mantener dinámica la economía nacional, al tiempo de ofrecer los medios tecnológicos para continuar con el acompañamiento a clientes y productores en general. Desde el gobierno se reconoció la labor de la producción, la cual será, con los recursos adicionales de las binacionales, esencial para frenar el efecto del coronavirus.
En análisis de expertos, hay señales positivas a tener en cuenta. Así, por ejemplo un dato favorable es que China volvió a entrar al mercado, con el consiguiente repunte de precios. A ello se suma como elemento a favor la buena cosecha, principalmente de soja, que se tuvo. Una fortaleza es la agricultura familiar campesina que presenta una estructura de autoabastecimiento. La recomendación es que aproveche de manera inteligente el acceso a la ayuda financiera que pueda recibir del gobierno.
A los agricultores se les recomienda tomar previsiones para futuras siembras, sin que ello implique una interrupción de tareas para no cortar la dinámica del sector. Tener en cuenta, que Europa, por su situación, está limitando sus compras, con los efectos que tiene eso al ser uno de los mercados principales de los commodities paraguayos. Para el caso de los ganaderos, si bien se reconoció que existe especulación de frigoríficos, se recomendó esperar para comercializar los animales.
Así, mientras la sugerencia para los granos es respaldarse en compras a futuro, para la pecuaria es aguardar para la compra venta de hacienda. Otro punto expuesto fue que en lo posible el campo debe mantener los puestos de trabajo, que será fundamental para recuperar la economía. En tanto, se planteó a los grandes productores agrícolas y ganaderos que se respalden en sus bancos, aunque deban afrontar tasas más altas, para evitar mal vender sus productos. Una ventaja es la buena calificación que presenta el sector en esas entidades.
Y mientras se buscan alternativas para salvar la economía, por si fuera poco, el campo una vez más demostró su lado solidario. En este segmento se puede mencionar la campaña impulsada por el sector ganadero en la iniciativa Acción Solidaria, por la que aglutinan fuerzas la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC) y el Consorcio de Ganaderos para Experimentación Agropecuaria (CEA). Esta campaña apunta a beneficiar a unas 15.000 familias vulnerables.
La iniciativa es un llamado a los asociados e interesados en ayudar a participar de una colecta nacional que incluye donaciones de ganado, depósitos bancarios o apoyo en insumos. Algunos lugares beneficiados ya fueron comedores del área metropolitana como Mariano Roque Alonso, Limpio, Luque y otros, en trabajo con la Pastoral Social Arquidiocesana, además de mantener contacto con el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) y con la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Otro grupo de ruralistas que también organizaron una cruzada lo hicieron bajo el lema de “Solidaridad ganadera”, principalmente corresponden a productores de Concepción para beneficiar con víveres a unas 200 familias. También la Asociación Rural del Paraguay (ARP), a través de algunas regionales, encara programas similares. Trascendió de igual forma, el apoyo de sectores avícolas. Entre tanto, la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) anunció otras acciones.
Entre estas se mencionan la distribución de derivados de soja dentro de su programa social para locales en diversos puntos del país. Y a todos ellos, el sector cooperativo igualmente plasma en acción uno de sus principios, valores e identidad, como ser la solidaridad. La Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod) igualmente está organizando iniciativas e insta a sus afiliadas a ayudar a los más necesitados en esta crisis de repercusión mundial, a la par de realizar donación de víveres a instituciones.
Así como la entidad madre, varias cooperativas anunciaron diversas acciones. Friesland, apoyó a la Municipalidad de Itacurubí del Rosario; Raúl Peña Ltda. a su comuna y a la coordinación de emergencia distrital; Copafel, con donaciones a las municipalidades de Santa Fe del Paraná y de Hernandarias; Pindó, a la comuna de Abay y otras localidades, como San Cristóbal, que incluye a familias indígenas. A ellas se sumó Coopasam para dar atención y apoyo a familias de su área de influencia, como Nueva Esperanza.
También se reportaron donaciones impulsadas por empresas como Ciabay y Trociuk, así como iniciativas de la APS para cubrir con necesidades de familias vulnerables. Apenas una muestra del lado solidario de personas, empresas y organizaciones vinculadas al campo que, mientras el mundo se toma un respiro, la producción no para, incluso con algunos datos que indican cómo no representa el principal elemento contaminante en varios puntos del globo, identificados con mapas satelitales.