Julio Chilavert, representante de la CAP en San Pedro, explicó que los granos están perdiendo calidad industrial por tener un alto porcentaje de verdín. “Lastimosamente el calor extremo perjudicó los granos y la calidad no será buena al momento de la cosecha. Ya no vemos solución y puede que hayamos perdido todo por este año”, opinó.
Al respecto, Héctor Cristaldo, de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), dijo que el sector sojero cierra un buen año pese a la crisis sanitaria que afectó a varios segmentos de la economía, pero el escenario para el 2022 que se presentaba optimista ahora es de preocupación e incertidumbre. “El 2021 fue un buen año para la producción. Desde el punto de vista económico, el repunte de precio de la soja fue un oxígeno importante y soporte para aliviar la situación de la pandemia”, expresó.
Indicó que para el 2022, el panorama se presenta complicado por el déficit de lluvias. Explicó que hasta noviembre los cultivos de soja venían bastante bien y en diciembre empezó la falta de precipitaciones, coincidente con el mes de mayor exigencia para las plantaciones, por lo que la expectativa de alcanzar nuevamente una producción de más de 10 millones de toneladas en la campaña 2021/22 se reduce.
“El impacto negativo es preocupante, va a afectar la economía”, dijo el presidente de la UGP al señalar que hay parcelas que reportan pérdidas entre 50% y 70% de los cultivos. Sostuvo además que hay zonas donde se registran lluvias entre 40 y 50 milímetros, pero no son suficientes.
CULTIVOS DE MAÍZ
En tanto que los agricultores de maíz de Caaguazú que recibieron semillas dentro del proyecto Avatiky manifestaron que la falta de lluvias está afectando el buen desarrollo del choclo. “Estamos preocupados por el rendimiento final, esperemos que haya precipitaciones que ayuden al llenado de granos”, dijo Ramón González, agricultor de San Joaquín, Caaguazú. Por su parte, el ingeniero Manuel Ocampo sostuvo que a mediados de enero se realizará la cosecha de maíz y que esta etapa de llenado de granos es crucial para definir los rendimientos finales.
Fuente: la nacion.