Notas Técnicas

29/08/2022

Una buena opción para diversificar respuestas ante eventuales riesgos

Una jornada técnica sobre algodón se desarrolló el miércoles 13 de julio en Filadelfia (Boquerón). Quedaron expuestos los resultados alcanzados con el cultivo en el chaco y del por qué puede posicionarse como una alternativa para mitigar pérdidas al ofrecer otra opción de renta para los agricultores de la zona. La iniciativa fue organizada por el grupo GPSA y tuvo dos momentos, el primero, visita a campo y, posteriormente, orientaciones brindadas en el salón de eventos del hotel Florida.

El grupo GPSA organizó el encuentro que incluyó charlas técnicas a los agricultores chaqueños y que buscó acercar experiencias positivas, además de intercambiar conocimientos sobre el cultivo y los avances de la tecnología para su producción. Dadas las excelentes respuestas logradas con el textil, actualmente ya con un sistema más mecanizado que décadas atrás, como un aporte para que la actividad recupere su impulso, ante la caída sostenida de su participación en la economía nacional desde finales del siglo pasado.

La jornada evidenció que el algodón tiene ventajas de desarrollarse con mejores resultados frente a otros cultivos, dadas sus características rústicas para encarar condiciones extremas edafoclimáticas como las que habitualmente se registran en la región Occidental, por lo que fortalece su condición de alternativa viable para diversificar la producción ante posibles escenarios adversos, en especial el déficit de humedad, sea por escaso régimen de lluvias, altos niveles de evapotranspiración o sequías prolongadas y agudizadas.

Proyecto de “cuenca”. El director comercial del Grupo GPSA, Fabián Pereira, resaltó la apuesta sobre el proyecto de cultivo de algodón en el Chaco, que se presenta con gran importancia por su practicidad, la tecnología avanzada que incluye no solo mejoras genéticas, sino también una mayor mecanización en el sistema productivo, sobre todo al momento de cosecha. “Esto hace que sea más fácil poder desarrollar e instalar un cultivo y se pueda lograr tener parcelas como las demostradas en el día de campo”, dijo.

Destacó que lo observado en campo demostró un altísimo nivel de producción y, sobre todo, una muy buena rentabilidad para el productor agropecuario y el especial en esta zona, por lo que se debe continuar fortaleciendo la actividad. “Es fundamental seguir innovando, creciendo y trayendo por sobre todo tecnología y desarrollo a toda la región chaqueña, pudiendo aportar y generar rentabilidad para todos los productores, siempre con la bandera de la producción y el trabajo que nos representa en todo momento”, puntualizó.

Añadió que son estos exitosos resultados los que contribuirán para que otros agricultores se animen a involucrarse en el rubro. “La meta es que se acoplen nuevos jugadores en el campo, pero también en la mecanización y en la industria, para que la cosecha sea más fácil, para que la industrialización también se facilite y que mucha gente se anime y desarrollemos una cuenca algodonera que, a su vez, también permita aprovechar subproductos, como la semilla, para transformarla en proteína animal”, agregó.

Valoró que esta cruzada encarada por el grupo sea acompañada por los aliados de GPSA, tales como Syngenta, BASF, Surcos y otros, sumados a su línea propia Gama Tecnology, con la parte de nutrición vegetal, para seguir creciendo con el desarrollo agrícola del Paraguay, con buenas alternativas para la región del chaco que pese a todo cuenta con buenas alternativas de desarrollo para el algodón, como condiciones aptas de planicie o las pocas lluvias en época de floración, sacando provecho del potencial para crecer.

Recordó que todavía hay un buen campo a explorar, puesto que el chaco cuenta con un área entre 500 mil y 700 mil ha de pasturas degradadas que encajarían en proyectos como el algodonero. “No solo permite tener la posibilidad de adaptar otras culturas en sus parcelas, sino con rubros como el textil, se puede generar rentabilidad más importante, apoyado por una mayor mecanización, diferente a un proceso manual tradicional, pues permite tener parcelas como estas con altísimo potencial de producción”.

Finalmente, reiteró que como actividad brinda al productor una buena fuente de ingreso y, a la vez, contribuye con el desarrollo económico de la región y del país, que tiene en el agro a “uno de los pilares fundamentales”, además de representar una alternativa para el campo, por lo que, como grupo, apoya una agricultura sustentable, ordenada, “que pueda traer desarrollo y contribuya para que pueda seguir creciendo cada vez más para proveer insumos a un mundo que cada vez necesita más”.

Desempeño de parcelas. El asesor técnico de la empresa encargado del desarrollo del cultivo en la región, Leandro Thompson, igualmente orientó en el día de campo, que permitió conocer el desempeño del algodón en el mismo terreno. Expuso que se buscó que el productor pueda conocer la parcela y lo que implica el rubro, sus buenas perspectivas para la temporada en rendimiento, pese a poca precipitación acumulada durante el ciclo, el ataque de insectos, etc., así como mostrar técnicas para salvar las plantas en situaciones críticas.

Compartió datos como que el costo de producción rondó en la parcela visitada, unos 900 USD/ha, aclarando que no se contabilizó alquiler al ser un campo propio. Para cuando se visitó el campo, el precio del textil cayó mucho, por lo que, para salvar la inversión, el punto de equilibrio quedó en torno a 1.200 kg/ha. “Es una buena alternativa para diversificar riesgos que son altos cuando se apuesta por uno o dos cultivos como soja o maíz, más todavía en una zona como en el chaco, ayuda a minimizar esos riesgos”.

Sobre el presente y futuro del algodón, comentó que actualmente se estiman más de 20 mil ha en la región, dado el impulso de las cooperativas del Chaco central, las cuales prácticamente duplicaron su área, indicó, aunque admitió que como rubro tiene mucho futuro y que se encuentra en desarrollo, por lo que también requiere adaptarse y adecuarse. “Hay que avanzar, con el debido cuidado”, expresó. A su vez, su efecto multiplicador posibilitaría ampliar más servicios de cosecha, así como favorecer la industrialización.

“Instamos a los productores que se animen a planificar, siendo el cultivo que empieza de atrás hacia delante, es decir primero planificando la cosecha y posteriormente avanzando hacia la siembra, el cultivo, los insumos entre las otras labores. Contamos con técnicos especializados en la región que acompañaran en todo el proceso”, mencionó. Concluyó reiterando la importancia de hacer números en la planificación, apoyado por la apuesta de las empresas con desmotadoras existentes y proyectadas, para fortalecer al cultivo.

 

Variedades y ganadería. A su turno, Silvio Radovancich, encargado del Área de servicio técnicos de la empresa GENSUS S.A. de Argentina, comentó sobre las variedades de algodón que se comercializan en Paraguay y con las que trabaja el grupo. Actualmente emplea tres variedades. La Nu Opal RR, modificado genéticamente y resistente al glifosato y también a plagas, combatiendo a la oruga de la hoja, al complejo capullero y a la lagarta rosada, utilizada para ambientes restringidos.

A parte se trae la Guazuncho 2000, resistente a glifosato, pero no a plagas, utilizada como refugio. La tercera comercializada en menor escala es la Delta Pine DP 402 RR Bt, resistente a plagas y al herbicida glifosato, variedad de ciclo corto para ambientes de buenos potenciales, resaltando siempre a la hora de sembrar una variedad Bt se debe incluir refugio para conservar la tecnología. De igual forma, se aprovechó la ocasión para resaltar el beneficio del algodón en otras actividades, como la ganadería.

Al respecto, Marcos Pereira, director de GPSA, mencionó que están apostando por la producción agrícola del Paraguay y buscando siempre herramientas que traigan soluciones al productor, en este caso, con el cultivo de algodón, el cual aporta grandes beneficios tanto a la región Occidental como a los ganaderos, siendo este un cultivo de doble propósito, utilizando la fibra, lo que sería el gran insumo del producto y también es de gran valor para todo ganadero, tanto la semilla como el expeller que se obtiene del algodón.

A la fecha se cuenta con un cultivo de 15.000 ha, con dos desmotadoras ya instaladas en la región, una en Mariscal Estigarribia y otra en Centinela. “Celebramos que este cultivo vuelva al Paraguay, siendo el mismo muy noble, observando que con muy poca lluvia tuvo un gran potencial, demostrando que realmente es una gran alternativa para la diversificación de los campos en el chaco”, manifestó. Finalmente reiteró el trabajo del grupo con iniciativas como esta para desarrollar otras opciones de producción en nuevas áreas.

“Desde GPSA apostamos siempre a que el productor chaqueño cuente con opciones de renta. En el caso del algodón, traemos a un consultor importante de Argentina quien ayuda a toda la producción para que siga creciendo (el rubro) en calidad y cantidad. Instamos a los agricultores a que cambien el chip, a producir, a entrar en cultivos de renta”, concluyó. La jornada fue seguida por buena cantidad de participantes, quienes igualmente aprovecharon la ocasión para intercambiar experiencias e incrementar conocimientos.