Productores primarios de yerba mate piden a las autoridades acciones concretas y efectivas para frenar el contrabando de la materia prima proveniente de Brasil y Argentina. En estos momentos se están llenando los depósitos con mborovire (yerba canchada) que ingresa masivamente, denunció Lisandro Benítez, secretario de la Federación de Productores de Yerba Mate de Itapúa.
“Tenemos información precisa de que existen unos siete millones de kilos de yerba ingresada desde el Brasil, ocultas en un depósito en Canindeyú a la espera de ser transportada hacia Itapúa”, afirmó.
El ingreso ilegal de yerba proveniente de ambos países tiene impacto negativo en los productores locales, por el hecho de que los depósitos se abarrotan de la materia prima ilegal, y esto afecta al precio que los secaderos pagan por la hoja de producción nacional.
“Ellos (los secaderos) alegan que tienen mucha materia prima, y no quieren pagar el precio que los productores pedimos, entonces somos víctimas de un comercio ilegal, muchas veces con la complicidad de las mismas autoridades, porque no existe una lucha sincera para frenar el contrabando. Estos productos una vez que ingresan al país son transportados como yerba paraguaya, incluso con documentos legales”, señaló.
De acuerdo con un censo efectuado por pedido de la Federación de Productores, en el departamento de Itapúa existen unos 8.700 pequeños productores de yerba mate, de distintos niveles de capacidad, y una producción global superior a los 80 millones de kilos. Más de 30.000 familias en Itapúa viven prácticamente en forma directa gracias a este rubro, por lo que tiene un gran impacto en la economía, señaló Benítez.
El pasado jueves, una comitiva de productores se reunió con el gobernador de Itapúa, Juan Schmalko (ANR), y autoridades aduaneras y policiales, a quienes pidieron acciones concretas para frenar este flagelo.
La cosecha de la yerba mate se da masivamente en el mes de mayo, y se extiende por tres meses. En abril pasado, los productores realizaron una protesta en el lugar denominado Cruce Santa Clara, para exigir un mejor precio por la hoja verde, protesta que terminó con la firma de un acuerdo entre agricultores, industriales y el entonces ministro de Agricultura, Denis Lichi.
El cumplimiento del acuerdo de dio de forma incompleta, solo algunas empresas lo hicieron, pero otras impusieron la lógica de la oferta y la demanda.
El año pasado se pagaba G. 1.500 por el kilo de la hoja verde puesta en secadero, luego bajó a G. 1.000 el kilo, y a fines de agosto, se abonaba G. 500 por la hoja puesta en finca, señaló Lisandro Benítez.
Para lo que será la zafra 2020 todavía no se tienen precios fijados.
Fuente: ABC Color.