_ P. ¿Qué significa que profesionales paraguayos sean incluidos en la lista de “Leyendas de la siembra directa”? _
R. Para mi es una sorpresa, un reconocimiento a nivel mundial, pero al mismo tiempo más compromiso, porque anteriormente lo hacíamos en forma silenciosa, pero cuando sale a luz este reconocimiento parece que la responsabilidad aumenta. Es el resultado de un sistema de trabajo que personalmente tuve el primer contacto en el año 84, con una primera reunión que se hizo en Itapúa, donde se presentó el “Plantío Directo”, luego me ha tocado la especialización en el Brasil, posteriormente tuve mayor contacto con el sistema y en 1992 hice mi primera charla de siembra directa. Recién, a partir de 1993, cuando se oficializa a través de la Cooperación Técnica Alemana, el Ministerio de Agricultura y Ganadería y organizaciones privadas como la Capeco, la difusión de este sistema tuvo mayor fuerza, sobre todo con los productores pioneros. Formar parte de esa lista de Leyendas de la siembra directa es un reconocimiento a nivel mundial, por el cambio del modelo tradicional de producción con alta remoción de suelos para un sistema más amigable, que atenuó grandemente la erosión en las chacras. Esto permitió el cambio de un sistema de alto esfuerzo a uno de menor esfuerzo, pero sobre todo donde se controló gran parte de la erosión y permitió mejoramiento de la productividad, que implicó mejor ingreso para el productor.
_ P. ¿Cómo evolucionó la agricultura bajo el sistema de Siembra Directa en Paraguay? _
R. En los primeros levantamientos del 1991 al 1992 se calculaba entre unas 15.000 y 20.000 hectáreas de área de siembra. Hoy todo el sistema de la producción de granos, que supera las 3.800.000 hectáreas en superficie, prácticamente el 98% de la producción de granos (soja, maíz, trigo, canola) se produce con este sistema que como país es un logro muy importante, no solo por las ventajas para el productor, sino por el gran beneficio al medio ambiente. Primero la reducción de la erosión física, la acumulación de la materia orgánica que significa el secuestro de carbono en el suelo y el mejor aprovechamiento del agua de lluvia, ya que es transformado en el suelo, vía fotosíntesis. la contribución de la siembra directa es mucho más amplia que solo la producción y productividad.
_ P. ¿Qué significa el reconocimiento a dos profesionales de generaciones distintas? _
R. Es una gran satisfacción, porque cuando empezó todo este proceso nos inspirábamos y aprendimos de técnicos y productores pioneros. Es la parte secuencial de este proceso, donde se va trasmitiendo y así como el Ing. Martín Cubilla hay muchos jóvenes que llevan adelante este proceso, porque ya están produciendo bajo este sistema. Ver a los jóvenes llevando adelante este sistema es una gran satisfacción, porque es una transición generacional de un sistema de producción que fue perfeccionándose y ajustándose. La unión público-privada y la cooperación internacional fue fundamental para el fortalecimiento de la siembra directa en Paraguay. El sistema no paró. Sigue evolucionando, actualmente es parte de la academia en las universidades, se fue permeando, se adaptaron las maquinas, se ajustaron los sistemas de fertilización y se dieron lugar a nuevas especies de abonos verdes, Hay una serie de ajustes al cambio. _
P. ¿Cómo nos ve el mundo? ¿Somos foco de la agricultura conservacionista? _
R. Por mucho tiempo, en los círculos de la agricultura de conservación, Paraguay ha mantenido prácticamente el récord en cuando a superficie de la agricultura mecanizada con el Sistema de Siembra Directa. Paraguay siempre ha mantenido un alto porcentaje de implementación a partir del 2000, donde supera el 90% de área mecanizada sembrada con siembra directa. Hemos tenido nuestros altibajos, pero se ha podido reaccionar por la convicción que se tiene, porque este modelo permite estabilizar más. Sí, falta perfeccionar, pero los pilares básicos se mantienen: rotación de cultivos, no remover el suelo y cobertura y alrededor de eso se va formando capital humano y ajustes en los manejos, en insumos, en máquinas, porque es económico, es menos costoso para el productor, que es el objetivo
_ P. ¿Cómo estamos ahora con la siembra directa? _
R. En la agricultura familiar estamos reiniciando con criterios de mecanización por la coyuntura. Hay mucho por hacer aun, falta que trabajemos en el mismo sentido entre todos. Todas las instituciones deben trabajar en mayor sintonía con el apoyo presupuestario suficiente para consolidar el sistema y lograr el objetivo económico social y ambiental. En la agricultura mecanizada estamos bien, pero necesitamos la actualización constante debido a la innovación permanente y el ajuste que existe en el sistema. En porcentaje, el área cultivada de nuestro país hablamos del 98% de la agricultura mecanizada en siembra directa. _
P. ¿Cuál es el futuro y el desafío de la siembra directa? _
R. El desafío es convertir en un sistema, un habito del cambio de modelo de producción en la agricultura familiar, ir introduciendo los principios y conceptos de este sistema a ese segmento de la producción. _
P. ¿Cómo ve la implementación en la región Occidental? _
R. El suelo del Chaco tiene su particularidad por lo que es fundamental es una agricultura de cobertura 100% para que el agua no se evapore directamente en el suelo. La siembra directa también es una alternativa válida para el Chaco y los productores están aplicando. Allí lo ideal es que apenas termine un ciclo agrícola se instale una cobertura que consuma esa agua y no se evapore.