Explicó que la menor tasa esperada para el 2024, 3,8 % proyectado por el Banco Central del Paraguay (BCP), responde a un menor impulso del sector agrícola.
El especialista señaló que durante el 2024 se espera un menor nivel de crecimiento económico debido al menor impulso esperado para el sector agrícola. Esto, teniendo en cuenta que en el 2023, la producción de soja; el commodities más importante para la economía del país, pasó de un poco más de 4 millones de toneladas del 2022 a 9,5 millones de toneladas.
Siguiendo en esa línea de comparación con lo que se espera para este año, la producción sojera llegaría a las 10 millones, es decir, un leve crecimiento de 500.000 toneladas frente al año anterior. “El gran impulso fue la producción de soja el año pasado y ese crecimiento va a ser menor; lo mismo ocurre con la energía que es otro factor importante en nuestro PIB, Itaipú y Yasyretá están produciendo ya a plena capacidad y su crecimiento va a aminorarse en el 2024″, explicó.
Barreto recalcó que estos sectores son sumamente importantes para la economía por lo que se estima que de una expansión del 4,5 % del 2023 se podría pasar al 3,8 % para este año. “Ese crecimiento, por más de que sea menor, va a ser más sentido por todos los sectores económicos es como que el bienestar va a ser mejor, se va a sentir más en todos los sectores económicos este año”, repitió.
Crecimiento del 2023 pudo ser mayor
Por otro lado, Barreto realizó un análisis sobre las condiciones económicas del año anterior que aseguró estuvo finalmente por debajo de lo esperado. Como punto de partida, aseguró que la buena producción sojera fue una de las determinantes a la hora de pensar en un buen desempeño económico teniendo en cuenta la importancia para la economía del país.
Sin embargo, aseguró que se registraron desempeños no favorables en varios sectores, como en la construcción y la ganadería, que no se esperaron y que fueron también clave para la economía en el 2023. En ese sentido, señaló que se experimentó una caída importante en el sector ganadero y la exportación de la proteína roja derivado de una baja de precios internacionales con menores ventas que ocasionaron bajas del 5 % en términos de envíos y 10 % en el faenamiento.
Lo otro, según el especialista, fue la transición de Gobierno debido al impacto que tuvo en la ejecución de inversión pública más de lo esperado y, además, el quiebre en el sector de la construcción. “Si bien el desempeño en general fue bueno, estuvo por debajo de lo que nosotros estábamos proyectando que era un crecimiento en alrededor del 6 % pero estuvo por debajo del 5 %”, dijo también.
En cuanto a la inflación, señaló que cerró en el 3,8 % por debajo de la meta, que fue resultado de una combinación de una política monetaria bien aplicada que refleja la mayor autonomía del BCP y una reducción de precios de commodities que ayudó a generar menor presión sobre los precios. “Fue un año bueno en términos generales pero con ciertos matices”, indicó.
Fuente: La Nación.