según informaron desde el gremio en su nuevo boletín correspondiente al penúltimo mes del 2023.
“Este porcentaje es igual al que se había conseguido al cierre del mes de octubre, pero presenta un crecimiento de 2 puntos porcentuales frente a lo conseguido al undécimo mes del año pasado”, mencionaron. Sin embargo, enfatizaron que la participación en los envíos de soja en estado natural aumentó este año, debido a la falta de condiciones para competir en igualdad de condiciones con las fábricas de otros países que se abastecen de nuestras materias primas agrícolas nacionales.
Las exportaciones de aceite, harina y cascarilla de soja llegaron a 2,27 millones de toneladas en total, un incremento del 40 % comparando con el mismo lapso anterior. “Esta es una variación que debe ser analizada considerando que el 2022 fue el peor año de la historia de la industria aceitera”, recordaron y aseguraron que el aumento fue finalmente bajo.
El procesamiento acumulado de soja en el mes de noviembre estuvo ubicado por debajo de los 2,8 millones de toneladas y la expectativa para los números del cierre de año es apenas un poco por encima de ese valor, lo que representaría una subutilización de la capacidad instalada superior a los 1,3 millones de toneladas, acotaron.
Aseguraron que para retomar una senda positiva que permita consolidar a las industrias ya instaladas y dar buenas posibilidades para que se sigan instalando otras es importante crear políticas públicas que permitan competir en igualdad de condiciones. “Es permitir que un mayor porcentaje de la producción nacional pueda ser transformada en productos de mayor valor agregado antes de ser enviados al mundo para cubrir las necesidades de alimentación y energía que tiene el mundo”, indicaron.
Fuente: La Nación.