Informó que las variedades de soja de Monsoy I2X están en su primer año de experiencia en el Chaco, en parcelas comerciales. “En la red de ensayos de la Fundación Ideagro estamos evaluando el comportamiento de los nuevos materiales en nueve localidades y en distintos ambientes productivos que nuclean a las tres principales cooperativas de producción del Chaco Central, que son las Cooperativas Chortitzer, Fernheim y Neuland respectivamente”, dijo.
Manifestó que los propios productores chaqueños afirmaron que las variedades de soja con la nueva plataforma demuestran óptima tolerancia al ataque de insectos lepidópteros, una dificultad que se acentúa en la región Occidental.
Resaltó que la región chaqueña posee un enorme potencial y en la última campaña duplicó su área de siembra en parcelas comerciales de un año a otro, pasando de 70.000 hectáreas en la campaña anterior a aproximadamente 140.000 hectáreas sembradas en la actual.
La variedad M 6301 I2X fue la más sembrada en parcelas comerciales del Chaco en la presente campaña con óptimos resultados en rendimientos. La diferencia está entre 200 y 300 kilogramos más por hectárea en parcelas con mejores precipitaciones frente a testigos con la tecnología Intacta. “La productividad, donde hubo lluvia, alcanzó entre 1.800 y 2.300 kilogramos por hectárea”, comentó.
En la red de ensayos. Mencionó que Monsoy de Bayer está evaluando tres variedades I2X en la red de ensayos de la Fundación Ideagro. La M 6301 I2X, M 6499 I2X y la M 6130 I2X.
Durante la reciente jornada realizada en la Estación Experimental El Cambisol de la Cooperativa Chortitzer fueron sembradas más de 22 variedades, en su mayoría lanzamientos comerciales de las distintas empresas obtentoras. Los materiales Monsoy demostraron buena adaptación, pese a los problemas de sequía. Las variedades fueron sembradas el 12 de febrero y los cultivos experimentales solo tuvieron 292 milímetros de precipitaciones durante todo el ciclo del cultivo en post emergencia. “El cultivo atravesó un período prolongado de estrés hídrico, pero al final se observó un buen desempeño de los germoplasmas ante el calor y la falta de agua”, indicó.
Expresó además que esta jornada fue propicia para difundir las recomendaciones para el manejo de estas variedades en la región Occidental, dando énfasis a la densidad, reduciendo la cantidad de plantas por metro lineal debido a la gran capacidad de ramificación de los materiales de soja Monsoy, así como de la importancia del uso de cultivos de coberturas para encarar los largos periodos de estrés hídrico, además del empleo de barbecho químico para obtener la buena carga de agua en el perfil del suelo antes de iniciar la siembra.