Notas

30/11/2019

SIEMBRA ARROCERA Tiempo favorable, pero con retraso

Tras el buen arranque de la siembra en agosto, la actividad se paralizó y ahora se quiere aprovechar el tiempo favorable para retomar las labores. Referentes del sector estiman que el área bajo cultivo nacional podría mantenerse con respeto a la temporada anterior, al ubicarse en torno a las 165 mil hectáreas.

Entre los cultivos que lograron alcanzar un desempeño propio y no incluido dentro del resto, el arroz vino ganando terreno, espacio e individualidad destacada. Es por ello que también pasó a tener un tratamiento diferencial, como lo son aquellos rubros mayores que encabezan el ranking agrícola nacional. Para conocer la coyuntura en materia de siembra, consultamos a Héctor Ramírez, reconocido profesional y empresario del ámbito arrocero quien esbozó una rápida radiografía al respecto.

Indicó que el tiempo fue muy favorable para la siembra, al comienzo. Así, en agosto, arrancó la labor. Exceptuando algunas situaciones, como en el Norte o en el Bajo Chaco, en donde también ya existen experiencias con el cereal, se está registrando cierto retraso en cuanto a la época ideal, más que nada por cuestión de la sequía. “Nosotros vamos a llegar apenas a 50% de área. Es por la sequía. Había sembrado un 40% en la época, después se demoró un mes para establecerse de vuelta”, comentó.

Actualmente, está en pleno desarrollo la segunda tanda en lo que se refiere a su área de influencia y de trabajo. “Venimos atrasados un mes”, reconoció. No obstante, a nivel general y en líneas generales, en la región Oriental, el clima fue más benévolo. “El tiempo fue muy favorable para la siembra. Estimamos que ya se estableció por lo menos el 70% del área total a cubrir”. En el Norte, igualmente, indicó que en la parte inicial se favoreció la preparación del suelo y la siembra.

“Eso se ha establecido bien. Todas las parcelas están bien. Hasta Paraguarí ya se avanzó muy bien en la siembra. En la Oriental ha sido muy benigno el clima para la actividad. Considero que para noviembre ya se estaría cubriendo toda la siembra en la región. Estamos viendo cultivos de arroz de más de 50 días y en esta región, al menos un 30% ya está emergiendo”, apuntó. Con esto, consideró que el área de siembra podría mantenerse con respecto al 2018, al ubicarse entre 160 y 165 mil hectáreas bajo cultivo.

Mercado estable

“Seguro algunos han mermado y otros han aumentado un poco (la superficie), por lo que lo más probable es que se mantenga o esté muy próximo a los niveles alcanzados en la siembra anterior”, refirió. Con respecto al mercado, apuntó que continua estable en cuanto a precio se refiere, pues se maneja una cotización de alrededor de 200 dólares la tonelada de arroz en cascara. “Es lo que recibe el productor”, manifestó.

De igual forma, anticipó que por las previsiones que existen, se proyecta para la zafra 2020 una reducción en producción a nivel regional. “Esa es una de las esperanzas que tenemos. Pues al registrarse una menor oferta de arroz, esto puede contribuir a mejorar el precio del rubro, aunque en realidad no existe, a nivel global, una expectativa de que suba el precio, pero regionalmente puede ser que ocurra eso”, puntualizó, al recordar la demanda del cereal paraguayo en el vecindario.

“Nuestro principal mercado es Brasil. Hoy el arroz paraguayo tiene más de 30 destinos. Se han abierto muchos mercados y ahora ya representan volúmenes importantes enviados, aunque principalmente a la plaza brasileña. Faltaría trabajar y dinamizar más otras regiones. Lograr la apertura para que el volumen igualmente sea importante fuera de nuestro principal comprador”, refirió. Con respecto al costo y punto de equilibrio, indicó que está entre 1.200 y 1.500 dólares la tonelada o su equivalente productivo ubicado en los 7.000 kg. por hectárea.

A tener en cuenta

Entre las recomendaciones que Ramírez compartió está el hecho de tener muy en cuenta el cuidado fitosanitario, atendiendo la acción perjudicial que se da con algunos males, como la “Piricularia”. En este punto, el entrevistado recordó que se registró una incidencia muy grande en las variedades actualmente manejadas, por lo que instó a estar atentos. “Esa enfermedad tiene un impacto directo en la producción”, reiteró el profesional y empresario.

Otro aspecto a tener en cuenta es el agua. Recordó que, en un escenario como el que se registró este año, con una sequía, es importante buscar ofrecer las condiciones para alcanzar el máximo rendimiento del agua. “Lo que se tenía que hacer, ya se hizo todo. Sin embargo, de todas maneras, es bueno tener mucho cuidado en el uso del agua. Esto es atendiendo a que no se ve un panorama de recuperación, al menos en el corto plazo. Los ríos están en niveles muy bajos”, advirtió.

También rememoró que el año pasado con respecto al anterior, se registró una disminución muy importante en la productividad, lo que redujo el volumen de la zafra. “Mis asesorados bajaron 1.000 kilogramos en promedio (el rendimiento agrícola), por efecto de oferta de luz entre diciembre y enero, que registró muchas lluvias. Eso tiene su impacto directo en la producción”, advirtió. En tanto, se sigue trabajando para cerrar una buena siembra y manejarse en niveles similares en superficie, con respecto al 2018.

En el Chaco

Unas de las iniciativas impulsadas por Ramírez tienen que ver con la expansión del cereal hacia otras regiones, como la Occidental. En este caso, la experiencia que se viene dando por la apuesta del grupo empresarial GPSA en el Bajo Chaco. Se trata del establecimiento Siete Puntas, ubicado en el departamento de Presidente Hayes, a orillas del río Paraguay. Con estudios previos y trabajos de factibilidad se viene desarrollando el cultivo del cereal en la zona, en los últimos años.

Si bien, en campañas anteriores se demostró que en el Chaco también se pueden registrar buenos resultados, en la actualidad el cultivo no se puede escapar de los problemas climáticos, pues están siendo afectados por la seca. “Una vez que se establezca el cultivo y se tenga disponibilidad de agua, esa sería una de las mejores condiciones para el cultivo, porque el cereal necesita mucha radiación solar, que es la que se ofrece cuando hay menos lluvia y agua que debe ser incorporada con riego”, dijo.

Para el caso de Siete Puntas, la expectativa es completar 4.000 hectáreas. “El año pasado llegamos a 1.800 hectáreas. Por cuestión de lluvias no pudimos completar nuestro plan. Sí lo hicimos mediante siembra al voleo porque no había condiciones para otro tipo de plantación. No obstante, confío en que se va a completar lo que se había programado. El tiempo ha estado bien, excepto algunos lugares puntuales que se ha atrasado un poco en nuestro caso, pero todavía estamos dentro del periodo”, acotó.