El Ing. Agr. Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, indicó cómo afectaría este fenómeno a nuestro país. “La Niña en sí misma va a ser débil, pero cuando pierdan energía los vientos polares va a ser moderada. Esto tiende a ser más o menos bueno para algunos puntos”, mencionó.
El reanálisis apunta a que para la primavera se registrarán descensos de temperatura con menos de 10 grados, pero sin heladas. “No es del todo anómalo, pero para octubre empezará a llover en la región Oriental. Aunque habrán rasgos de La Niña en las Colonias”, dijo.
Sierra manifestó que en estas circunstancias se dependerá de una evaluación para sembrar o no. En tanto, para noviembre el calor llegará desde Brasil, mejorando la situación. “En el mes de noviembre va a depender mucho del manejo que yo hice para sembrar, mientras que en diciembre se tendrán mejores lluvias como en Boquerón, San Pedro y Canindeyú”, expuso.
Para el verano, el agro tendrá temperaturas mayores a 35 grados y temperaturas máximas de las cuales Paraguay no se podrá salvar, aunque no será igual a los años anteriores. Para enero, volverán las lluvias con grandes calores, pero tampoco será una Niña fuerte.
“Será una Niña débil con vientos polares, y para febrero seguirá la lluvia con una temperatura un poco más baja”, dijo. Por otro lado, ya para el otoño de 2025 se esperarán heladas meteorológicas con chances de que se reporte nuevamente del fenómeno mencionado.
Fuente: La Nación py