“Cuando empezamos a trabajar dentro del Proyecto de Fortalecimiento a las Escuelas Agrícolas me di cuenta que nunca había hecho bien las cosas con los métodos que utilizábamos en las parcelas, ahora yo personalmente aprendí mucho y sigo haciéndolo para poder transmitirles luego a mis alumnos”,expresó el ingeniero Agrónomo Usvaldo Viveros, jefe de producción de la Escuela Agrícola de Caazapá.
El Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) impulsa el Proyecto de Fortalecimiento a las Escuela Agrícolas junto a la Dirección de Educación Agraria (DEA) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), con el apoyo de la empresa Corteva Agriscience. Actualmente son cuatro las escuelas agrícolas que están dentro de este programa la de Villarrica, Caazapá, Minga Guazú y Concepción.
El proyecto va dirigido a estudiantes y profesores de las escuelas agrícolas, principalmente, sin embargo, no se puede ignorar que las escuelas agrícolas tienen una comunidad educativa que la rodea. De esa comunidad forman parte también los padres de los alumnos.
En Caazapá, el Ing. Viveros destacó la importancia de este proyecto para él y sus alumnos. “Si bien la malla curricular se actualizó hace dos o tres años, hay muchas cosas que no podemos aplicar aún, ya sea por falta de capacitación y práctica. Sin embargo ahora tenemos otras informaciones que INBIO nos trasmite y estamos adquiriendo nuevos conocimientos. Nos interesa saber de las variedades, sobre las parcelas refugio, conceptos que estamos aprendiendo y poniendo en práctica. Este año por la pandemia, los alumnos no están participando pero igual nosotros estamos llevando adelante el proyecto, atendiendo la parcela”, agregó.
“Desde que empezamos el año pasado, los alumnos están con mucho entusiasmo porque esto de la biotecnología es algo nuevo para nosotros y ellos están muy interesados, aprenden de la manera práctica y teórica. Ellos me dicen que esta tecnología actual es lo que deberían aprender porque quieren salir a trabajar y se dieron cuenta que aun tenemos una mentalidad e información un poco atrasada. El otro día me llamó un alumno para preguntarme algunas cosas que hicimos en la parcela y que quiere replicar en su casa, estaba con su padre y le comentaba lo que aprendió”, comentó el docente técnico.
“En este primer año ya notamos diferencias con las demás parcelas, es que empezamos a trabajar como se debe y eso se vio en los rendimientos, por ejemplo en el desarrollo de los abonos verdes, soja, maíz. Con la soja estos días estuve viendo su rendimiento, la variedad Sojapar R75 dio un rendimiento de 2.500 kg/ha y eso para nosotros es buenísimo, porque según recuerdo hace como 5 años sembramos soja en esa misma parcela y sacamos 800 kg/ha.”, destacó Viveros.
“El suelo ahora está mejorando mediante los abonos verdes que plantamos y todas las practicas sustentables que aprendimos. El martes terminamos de sembrar avena y nabo y gracias a Dios en la noche cayó una lluvia para remojar, esperamos que enseguida germine”, refirió el técnico de la escuela que fue fundada en 1938 y que hoy cuenta con 91 alumnos.
Un aspecto importante que destacar es que estas instituciones educativas no poseen maquinarias ni alta tecnología para todas las tareas que realizan, si bien la preparación del suelo lo hacen, en parte con maquinarias, el resto del trabajo lo realizan en forma manual.
Escuela Agrícola de Villarrica
Por su parte el Lic. Benjamín Rodas, docente técnico de la Escuela Agrícola de Villarrica reconoció el importante aporte que realiza a su institución este proyecto. “Hoy estamos actualizándonos, dejando la agricultura tradicional, porque la necesidad en sí lo requiere, un cambio de actitud, de metodología, otro sistema de trabajo, inclusive hicimos esa comparación, hay parcelas que está en proceso de recuperación. Algunos trabajos se realizan todavía de manera convencional, pero ahora prácticamente el 80% ya utilizamos la tecnología que estamos aprendiendo con INBIO.”, dijo el jefe de producción de la citada institución educativa.
“Hoy en día las clases en si están abocadas a usar y conocer bien el concepto de biotecnología, se está dejando de lado la agricultura anterior, nuestra realidad ya es otra ahora, se aboca a ese sistema, inclusive hicimos la comparación de esa agricultura convencional con la agricultura moderna por decir, y vimos que hay mucha diferencia, nuestro suelo es arenoso, muy poroso y si uno no trabaja por el suelo los cultivos no tienen resultados positivos. Con el trabajo y tecnología que estamos aprendiendo con INBIO uno puede lograr los resultados propuestos en cuanto al rendimiento de la producción”, destacó.
Fuente y Fotos: Inbio