Entrevistas

04/10/2022

ANA BEATRIZ RIQUELME ESTIGARRIbIA, PRESIDENTE FECOPAR.

Las crisis tienen que transformar y fortalecer. De profesión odontóloga y de pasión cooperativista así se definió Ana Beatriz Riquelme Estigarribia, activa dirigente del movimiento y titular de la Federación de Cooperativas del Paraguay (Fecopar), como representante de su entidad de base, Coomecipar. Abordó temas actuales y desafíos para el sector, tanto dentro del debate al interior de la Sexta Cumbre que tendrá por sede nuestro país, como el momento y la coyuntura que vive el cooperativismo paraguayo.

_ P. El protagonismo de las cooperativas durante la pandemia fue igual o superior al rol que tuvieron en la crisis bancaria del siglo pasado?
_ R. Realmente, en los noventa, las cooperativas paraguayas tuvieron un crecimiento excepcional. En esa épo-ca fuimos la organización más creíble dentro de la sociedad civil, incluso más que la Iglesia Católica. Fueron momentos buenos del movimiento cooperativo, las cooperativas del sector de ahorros y créditos (A&C) tuvieron un gran papel en ese entonces, y durante la pandemia, creo que todas las organizaciones de la sociedad civil tuvimos un papel importante. Una muestra del rol cooperativo durante ese tiempo fueron los créditos con garantía Fogapy, después del Banco Nacional de Fomento, el sector que más empleó la asistencia conocida como Fogapy fueron las cooperativas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

_ P. Y ahora se viene el desafío de la cumbre...
_ R. Realmente, ahora tenemos el gran desafío de estar organizando la Sexta Cumbre de Cooperativas de las Américas. Es la primera organización importante de todas las cooperativas de América, desde Canadá hasta Chile, que retorna en forma presencial después de la pandemia y que nos reta a reflexionar sobre nuestro papel antes y durante esa pandemia, así como nuestros desafíos en la construcción de una sociedad diferente, más humana. Una de las reflexiones principales es sobre nuestra identidad cooperativa, que guarda relación con esto, de cómo ponemos en acción nuestra identidad cooperativa y nues-tros principios y valores cooperativos. El otro eje importante a debatir es sobre la importancia de la integración para el desarrollo económico de la persona, de las instituciones y de los pueblos en general y el tercer eje que va a estar muy presente es la sustentabilidad y el cambio climático.

_ P. ¿Cuál es la coyuntura del cooperativismo local para albergar este foro internacional?
_ R. Es un momento no fácil. En nues- tro país estamos en una coyuntura de aparentemente todos contra todos, por una carrera hacia las elecciones. Es un momento importante, no fácil y en términos de cooperativas un momen- to muy triste para todos los líderes del movimiento cooperativo que tratamos de trabajar dentro de nuestra identi- dad cooperativa, respetando principios y valores. Son momentos difíciles para el movimiento, tenemos cooperativas hermanas con muchos problemas, que no han detectado a tiempo situaciones de trabajo que no guardaba relación ni con los principios ni con los valores.

_ P. Por recientes casos de dirigentes vinculados a denuncias o por gente que aprovecha el movimiento como plataforma política o para posicionarse mejor?
_ R. Es realmente una tristeza para todos los líderes que trabajamos con responsabilidad en el movimiento cooperativo. Considero que hace mucha falta más educación. Ningún cooperativista puede permitir que pase en su cooperativa lo que pasó en esas cooperativas si tiene cono- cimiento de su deber y de sus obli- gaciones dentro de la cooperativa y si es consciente que es tan respon- sable como todos al ser socio de la cooperativa. Creo que hace mucha falta una educación en ese sentido. Lastimosamente en nuestro querido Paraguay la corrupción, la deshonestidad ha permeado todas instituciones, por mucho tiempo se ha valorado mucho más a la gente por la camioneta que tiene, por los viajes que hace, por la ropa que usa y no por el trabajo que ha-cen, por el estudio que tienen y por lo prudente que pueda ser en su desarrollo económico. El gran desafío para todos nosotros que estamos en organizaciones como las coope- rativas u otras de la sociedad civil o del Estado es que tenemos que comprometernos para mejorar eso.

_ P. ¿El Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop) lleva bien el caso?
_ R. Cada vez que aparecen temas como estos, se habla de una eventual supervisión del Banco Central. Llegar a constituir un ente autárquico como el Incoop fue un proceso que justamente se inició con la crisis de los bancos de los noventa y concluyó con una ley que salió en el 2003. Estamos próximos a cumplir 20 años de su vigencia y hoy podemos decir que en algunas cosas hemos errado en ese proceso. Estamos trabajando en este momento entre las dos confederaciones y el propio Incoop con muy buenos asesores externos. Conocemos a profundidad las debilidades que tenemos que corregir para convertirlas en fortalezas. Las crisis surgen por personas que entraron a utilizar la estructura cooperativa para tareas que no son cooperativas. Nos puso en una situación bastante difícil. Lo que pasó con una cooperativa es algo que ningún cooperativista pudo haberse imaginado. Para mí, las crisis tienen que transformar y fortalecer, que las cooperativas utilicen herramientas para más control.

_ P. ¿Qué mensaje deja para finalizar?
_ R. Que por encima de todo, el capital humano es el capi- tal principal de las cooperativas. Todo lo que hacemos des- de nuestra federación para las asociadas lo hacemos desde la perspectiva de una educación sólida, sana, con valores, principios que sirva a niños, jóvenes y adultos de la comunidad cooperativa. Al tener al socio como centro de nuestro servicio, se promueven servicios dentro de las cooperativas, que son para satisfacer las necesidades comunes.

Que los líderes definan cuál va a ser realmente su tarea y no utilizar más las cooperativas como un peldaño para poder llegar a poderes políticos. Como siempre decimos dar al César lo que es del César. El cooperativista a la cooperativa y el político en la política.